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Salmos 33:16 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 La victoria del rey no está en sus tropas, ni el guerrero se salva por su fuerza.

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Biblia Reina Valera 1960

16 El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 El ejército mejor equipado no puede salvar a un rey, ni una gran fuerza es suficiente para salvar a un guerrero.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 No salva al rey lo inmenso de sus tropas, ni su gran fuerza libra al que combate.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni el poderoso escapa por la mucha fuerza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 El rey no es salvo por la multitud del ejército: Ni es librado el valiente por la mucha fuerza.

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Salmos 33:16
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tú mismo, con tu mano, desposeíste pueblos, a fin de establecerlos, maltrataste naciones para hacerles espacio.


sino de esto se ufane quien quiera ufanarse: de ser sensato y conocerme, pues yo soy Yahveh, que practico la bondad, el derecho y la justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco' -oráculo de Yahveh-.


En efecto, los amonitas y los moabitas se pusieron contra los habitantes del monte Seír y los entregaron al anatema y al exterminio; y cuando hubieron acabado con los habitantes de Seír, ellos mismos se destruyeron mutuamente.


Dijo entonces Yahveh a Gedeón: 'Es demasiada gente la que tienes para que entregue yo en tus manos a los madianitas; no sea que se gloríe Israel a costa mía diciendo: 'Mi propia mano es la que me ha salvado'.


Las aguas, al reunirse, cubrieron carros y jinetes, todo el ejército del Faraón, que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno solo.


Y Yahveh envió un ángel que exterminó a todos los guerreros valientes, a los príncipes y a los jefes del campamento del rey de Asiria, que tuvo que volverse a su tierra con el rostro cubierto de vergüenza. Y allí, al entrar en el templo de su dios, sus propios hijos lo mataron a filo de espada.


¡Oh Dios nuestro! ¿No harás tú justicia contra ellos? Porque nosotros no tenemos fuerza frente a una muchedumbre tan grande como ésa que viene contra nosotros y no sabemos qué hacer. Pero hacia ti volvemos nuestros ojos'.


Salió entonces de las filas filisteas un hombre de las fuerzas de choque, llamado Goliat, de Gat, cuya estatura era de seis codos y un palmo.


Otórgame, pues, esta montaña a la que se refería Yahveh aquel día; pues aquel día oiste tú que estaban en ella los anaquitas y que sus ciudades son grandes y fortificadas. Si Yahveh está conmigo, los arrojaré de allí, como Yahveh me prometió'.


Entonces Ben Hadad envió de nuevo a decirle: 'Que esto me hagan los dioses y esto me añadan, si hay bastante polvo en Samaría para llenar los puños de toda la gente que me sigue'.


Pero Yahveh dijo a Gedeón: 'Todavía es demasiada gente; hazlos bajar al agua, y allí los someteré a prueba. Aquel del que yo te diga: 'Éste irá contigo', ése efectivamente irá contigo; mientras que todo aquel del que te diga: 'Éste no irá contigo', ése no irá'.


Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los impíos perecen en tinieblas, porque no por su fuerza triunfa el hombre.


Pasó luego revista a los jóvenes que estaban con los gobernadores de los distritos, que eran doscientos treinta y dos. Después pasó también revista a todo el ejército, a todos los israelitas, que eran siete mil.


Y ahora vosotros pensáis haceros fuertes frente al reino de Yahveh, que está en manos de los hijos de David, porque vosotros sois una gran muchedumbre y tenéis con vosotros los becerros de oro que os fabricó Jeroboán para que fueran vuestros dioses.


y no quita la razón al justo. Coloca a los reyes en su trono y los asienta para siempre. Si se engríen,


¿Confiarás en él por su gran fuerza y lo pondrás a tu labranza?


Los unos con sus carros, los otros con caballos, nosotros invocando el nombre del Señor, nuestro Dios.


He visto además bajo el sol que no son los veloces quienes ganan la carrera, ni los héroes el combate, que también hay sabios sin pan, inteligentes sin estima, porque en todo interviene la suerte y la desgracia.


¿Cómo podéis decir: 'Somos guerreros, hombres fuertes para la guerra?'.


Plantasteis maldad, cosecháis iniquidad, coméis fruto de mentira. Por haber confiado en tus carros, en la multitud de tus guerreros,


El ágil no podrá huir, el fuerte no conservará su vigor, el guerrero no salvará su vida,


el arquero no resistirá, el mejor corredor no podrá escapar, el jinete no salvará su vida


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