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Salmos 26:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Amo, Señor, la casa donde habitas, el lugar de la morada de tu gloria.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Amo tu santuario, Señor, el lugar donde habita tu gloriosa presencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Señor, cuánto amo la casa en que moras, y el lugar donde reside tu gloria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Oh YHVH, yo amo la Casa donde habitas, Y el lugar donde reside tu gloria.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Jehová, la habitación de tu casa he amado, y el lugar donde tu gloria habita.

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Salmos 26:8
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero él les contestó: '¿Por qué me buscábais? ¿No sabíais que tenía que estar en la casa de mi Padre?'.


Y resultó que a los tres días lo encontraron en el templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas.


Ezequías dijo: '¿Cuál será la señal de que subiré al templo de Yahveh?'


Yahveh me salva; por eso tocaremos las arpas todos los días de nuestra vida en el templo de Yahveh'.


Por la casa del Señor, de nuestro Dios, quiero yo pedir: 'Contigo el bien'.


Mira, oh Dios, nuestro escudo, mira la faz de tu ungido.


Noche y día, mis lágrimas se me han hecho mi pan, pues sin tregua me dicen: '¿Dónde está tu Dios?'.


de manera que los sacerdotes no pudieron quedarse allí para su ministerio a causa de la nube, pues la gloria de Yahveh había llenado el templo de Dios.


Además, en mi amor por la casa de mi Dios, entrego el oro y la plata que poseo al templo de mi Dios, además de lo que he preparado para el templo santo, a saber:


Dijo entonces el rey a Sadoc: 'Vuelve el arca de Dios a la ciudad, porque si Yahveh me concede su favor, me hará volver para que la contemple de nuevo junto con su morada.


Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria de Yahveh llenó el templo.


Los sacerdotes no podían entrar en el templo de Yahveh, porque la gloria de Yahveh lo había llenado.


Entonces el Espíritu me elevó y oí detrás de mí el ruido de un gran trueno cuando la gloria de Yahveh se elevaba de su lugar.


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