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Salmos 19:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La ley del Señor es apacible, reconforta el espíritu; sus testimonios son seguros, hacen sabio al ingenuo;

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Biblia Reina Valera 1960

8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los mandamientos del Señor son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Las ordenanzas del Señor son rectas y para el corazón son alegría. Los mandamientos del Señor son claros y son luz para los ojos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Los mandamientos de YHVH son rectos, Alegran el corazón, El precepto de YHVH es puro, Alumbra los ojos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová, es puro, que alumbra los ojos.

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Salmos 19:8
44 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por la opresión del pobre, por el llanto del débil, ahora me levanto -asegura el Señor-: pondré a salvo a todo el que es burlado.


Nun. Tu palabra es el faro de mis pies y una luz en mi senda.


Aparecían tus palabras y yo las devoraba; tu palabra era mi gozo y la alegría de mi corazón, pues sobre mí se invocaba tu nombre, Yahveh, Dios Sebaot.


Toda palabra de Dios es acrisolada; él es un escudo para los que se le entregan.


Por eso me dirijo por todos tus preceptos y aborrezco el camino de mentira.


porque es Yahveh quien da la sabiduría, de su boca brotan la ciencia y la prudencia.


Si en tu ley no tuviera mis delicias, hubiera perecido en mi miseria.


Que yo sea perfecto en tus mandatos, para no quedar avergonzado.


pues antorcha es el precepto y luz la enseñanza, y las amonestaciones son camino de vida,


Porque, en lo íntimo de mi ser, me complazco en la ley de Dios;


Pues yo por la ley morí a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy crucificado.


porque por las obras de la ley nadie será justificado ante él, ya que la ley sólo lleva a más conocimiento del pecado.


¿Qué diremos, pues? ¿Que la ley es pecado? ¡Ni pensarlo! Pero lo cierto es yo no he conocido el pecado sino por medio de la ley. Porque yo no habría sabido lo que era la codicia si la ley no me hubiera dicho: No codiciarás.


En tus leyes me complazco: jamás me olvidaré de tu palabra.


En seguir tus avisos tengo gozo, más que en toda riqueza.


Pondré mi espíritu en vuestro interior y haré que procedáis según mis leyes y guardéis mis normas y las cumpláis.


Que mis labios publiquen tu alabanza, pues me enseñas tus mandatos;


Si el pesar y la angustia dan conmigo, en tus leyes encuentro mis delicias.


la instrucción en tus dichos ilumina, da juicio a los sencillos.


Ain. Yo practico derecho y rectitud: no me des al poder del enemigo.


Mira mi amor a tus mandatos y hazme vivir en tu justicia.


Bendito seas, Señor, enséñame tus leyes.


a fin de que guardaran sus preceptos y observaran sus leyes. Aleluya.


Y así digo: 'Aquí vengo'. En el rollo del libro está escrito que yo debo


¿Hasta cuándo he de albergar afanes en mi alma, pesar en mi corazón, día tras día? ¿Hasta cuándo prevalecerán sobre mí mis enemigos?


Cuando tienen algún litigio, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro, dándoles a conocer los decretos de Dios y sus leyes'.


por haber escuchado Abrahán mi voz y haber guardado mis mandatos, mis preceptos y mis leyes'.


¿Es, pues, la ley contraria a las promesas [de Dios]? ¡Ni pensarlo! Pues si hubiera sido dada una ley capaz de dar vida, entonces sí que la justicia vendría de la ley.


Éramos impuros todos nosotros, como ropa sucia nuestras obras justas. Como hojarasca nos marchitamos todos nosotros, nuestras culpas nos arrastran como el viento.


Tus preceptos me son como cantares en la casa en que habito.


yo tengo en tus avisos mis delicias, y ellos son mis consejeros.


Tú descendiste al monte Sinaí, desde los cielos hablaste con ellos, les diste normas justas, leyes verdaderas, preceptos y mandamientos que son buenos.


Así que todo el pueblo se fue a comer y a beber, a repartir raciones y hacer gran fiesta, porque habían comprendido las palabras que les habían explicado.


Te regocijarás en tu fiesta, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que vivan dentro de tus ciudades.


Te alegrarás en presencia de Yahveh, tu Dios, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que habite dentro de tus ciudades, el extranjero, el huérfano y la viuda que habiten en medio de ti, en el lugar que habrá escogido Yahveh, tu Dios, para que more allí su nombre.


Cuidad de poner fielmente en práctica, todos los días, los estatutos, los ritos, la ley y los preceptos que os dio por escrito, y no deis culto a otros dioses.


Tus testimonios son sobre medida fieles, a tu casa, Señor, la santidad es propia, por lo largo de los tiempos.


Mem. Las obras de sus manos son leales y justas, Nun. e indefectibles todos sus preceptos.


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