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Salmos 15:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 que en sus ojos desprecia al reprobado y estima a los que temen al Señor; que, si jura, ni aun en su daño se retracta;

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Biblia Reina Valera 1960

4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Los que desprecian a los pecadores descarados, y honran a quienes siguen fielmente al Señor y mantienen su palabra aunque salgan perjudicados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 el que menosprecia al criminal, pero honra a los que temen al Señor;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Aquel ante cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a YHVH. El que jurando aun en perjuicio suyo, No por eso deja de cumplir.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en daño suyo, no cambia;

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Salmos 15:4
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Al verla, rasgó él sus vestiduras y exclamó: '¡Ay, hija mía! ¡Tú misma me hundes! ¡Tú me has destrozado! Porque yo pronuncié un voto ante Yahveh y no puedo retractarme'.


Igualmente habéis oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso, sino que cumplirás los juramentos hechos al Señor.


Mis ojos van a los probos del país para que estén conmigo; el que marcha por camino honrado, ése es el que me sirve.


Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama, permanece en la muerte.


Que se aleje de mí el corazón doble, yo no entiendo de mal;


Soy amigo de todo el que te teme y observa tus mandatos.


Ellos, en cambio, van con los santos de la tierra, con los potentes de todas sus querencias:


No sólo tuvieron con nosotros muchas atenciones sino que, al reembarcar, nos proveyeron de todo lo necesario.


Todos los servidores del rey que estaban en la puerta real se arrodillaban y se postraban ante Amán, pues así lo había mandado el rey. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ni se postraba.


Pero cuando Pablo tocó el tema de la justicia y de la continencia y del juicio venidero, Félix, atemorizado, interrumpió: 'Por ahora, basta. Cuando tenga ocasión propicia, te llamaré'.


Se rebeló también contra el rey Nabucodonosor, que le había exigido juramento de fidelidad por Dios. Endureció su cerviz y se obstinó en su corazón para no convertirse a Yahveh, Dios de Israel.


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