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Salmos 141:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 No me dejes tender a la maldad ni, con hombres malvados, ocuparme en acciones criminales: no me alimente yo de sus delicias.

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Biblia Reina Valera 1960

4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Mi corazón no inclines a obras malas, que en negocios oscuros no me meta con los que hacen el mal. ¡No me dejes probar sus golosinas!

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 No permitas que mi corazón se incline a cosa mala, Para hacer obras perversas con hombres malhechores. No seré comensal en sus banquetes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que obran iniquidad, y no coma yo de sus manjares.

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Salmos 141:4
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

y no permitas que seamos tentados, sino líbranos del mal.


Pon en mí inclinación a tus avisos y no a mi provecho.


¿Por qué nos dejaste errar, Yahveh, lejos de tus caminos; endurecerse nuestros corazones de modo que no te temíamos? Vuelve por amor de tus siervos, de las tribus de tu herencia.


Por eso añade: Salid de entre ellos y vivid aparte, dice el Señor. No toquéis nada impuro, y yo os acogeré.


No os dejéis engañar: 'Las malas compañías corrompen las buenas costumbres'.


sino que incline hacia él nuestros corazones, para que andemos por todos sus caminos y guardemos todos los mandatos, leyes y preceptos que él prescribió a nuestros padres.


Nadie, al ser tentado, diga: 'Soy tentado por Dios'. Pues Dios no puede ser tentado por el mal y, por lo tanto, él a nadie tienta.


Así, pues, ya comáis ya bebáis, ya hagáis cualquiera otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.


Oí otra voz que venía del cielo y decía: ' Salid, pueblo mío, de ella, para que no os hagáis cómplices de sus pecados ni partícipes de sus plagas.


Os hice caminar cuarenta años por el desierto, sin que vuestros vestidos envejecieran ni vuestras sandalias se desgastaran.


Respondió él: 'Saldré y me haré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas'. Dijo Yahveh: 'Tú conseguirás seducirlo. Sal, y hazlo así'.


Pero Sijón, rey de Jesbón, no nos permitió pasar por su territorio; pues Yahveh, tu Dios, había hecho inflexible su espíritu y había endurecido su corazón, a fin de ponerlo en tus manos como lo está todavía hoy.


Éstas invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió y se postró ante los dioses de Moab.


Fue él, los tomó y se los trajo a su madre, que hizo el guiso como le gustaba a su padre.


Pero el varón de Dios replicó al rey: 'Aunque me des la mitad de tu casa, no iré contigo, ni comeré pan ni beberé agua en este lugar;


No me arrastres en el haz de los impíos, con los agentes de maldad que hablan de paz con sus vecinos, con malicia en su interior.


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