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Salmos 119:36 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 Pon en mí inclinación a tus avisos y no a mi provecho.

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Biblia Reina Valera 1960

36 Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Dame entusiasmo por tus leyes en lugar de amor por el dinero.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Inclina mi corazón hacia tus testimonios y no hacia la ganancia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

36 Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.

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Salmos 119:36
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No os dejéis arrastrar por la codicia y contentaos con lo que tenéis. Pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré.


Entonces les dijo: 'Guardaos muy bien de toda avidez, porque no por estar uno en la abundancia los bienes que posee le garantizan la vida'.


sino que incline hacia él nuestros corazones, para que andemos por todos sus caminos y guardemos todos los mandatos, leyes y preceptos que él prescribió a nuestros padres.


Empujados por la avaricia, se aprovecharán de vosotros con discursos mentirosos. Hace ya tiempo que ni su condenación está ociosa ni su perdición dormida.


Concédeme sentir el gozo y la alegría, y puedan solazarse estos huesos que tú has quebrantado.


Mem. El malvado se jacta en sus caprichos, profiere maldición y desprecia al Señor.


Haced morir, pues, cuanto hay de terreno en vosotros: lujuria, impureza, pasión, deseo malo, y la sed de lucro, que es una idolatría.


Se acercan a ti como a una asamblea popular y mi pueblo se sienta delante de ti; oyen tus palabras, pero no las cumplen, porque de boca muestran mucho afecto, pero su corazón va tras sus negocios.


No me dejes tender a la maldad ni, con hombres malvados, ocuparme en acciones criminales: no me alimente yo de sus delicias.


Pero elige de entre todo el pueblo hombres de valer, temerosos de Dios, hombres fieles, que aborrezcan la ganancia injusta, y ponlos al frente de ellos como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez;


Tienen sus ojos cargados de pasión por la adúltera, son insaciables en el pecado, seducen a las almas débiles, tienen el corazón ejercitado en la avaricia, son hijos de maldición.


A los ricos de este mundo, recomiéndales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en cosa tan insegura como la riqueza, sino en Dios, que nos provee de todo espléndidamente para nuestra satisfacción;


Estaban oyendo todo esto los fariseos, que son avarientos, y se burlaban de él.


Les daré un solo corazón y un solo modo de obrar, para que me teman todos los días en bien suyo y de sus hijos después de ellos.


¡Ay de quien acumula para su casa ganancia de sórdidos negocios, para poner su nido en la altura y esquivar el golpe del infortunio!


Pero lujuria o cualquier clase de impureza o codicia ni siquiera se nombren entre vosotros, como corresponde a un pueblo santo;


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