Romanos 9:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Es decir, no por ser los hijos del linaje son hijos de Dios, sino que los que cuentan como descendencia son los hijos según la promesa.

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Biblia Reina Valera 1960

⁸ Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Eso significa que no todos los descendientes naturales de Abraham son necesariamente hijos de Dios. Solo los hijos de la promesa son considerados hijos de Abraham;

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ O sea, que no basta ser hijo suyo según la carne para ser hijo de Dios; la verdadera descendencia de Abrahán son los hijos que le han nacido a raíz de la promesa de Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Es decir, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son considerados como descendencia.°

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁸ Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son contados por simiente.

Romanos 9:8 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Juan 1:13

los cuales, no de sangre, ni de voluntad humana, ni de voluntad de varón, sino de Dios nacieron.

Romanos 8:14

Todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios ésos son hijos de Dios.

Salmos 87:6

El Señor hará constar, al inscribir los pueblos: 'Éste ha nacido allí'.

Salmos 22:30

Sólo a él han de adorar los que duermen en la tierra, ante él se inclinarán los que bajan al polvo, con el alma sin vida.

Génesis 31:15

¿No hemos sido consideradas por él como extrañas, puesto que nos vendió, y hasta se ha comido lo que sacó de nuestra venta?

Deuteronomio 14:1

Hijos sois para Yahveh, vuestro Dios. No os hagáis incisiones ni os tonsuréis entre los ojos por un muerto;

Mateo 3:9

y no os hacéis ilusiones pensando en vuestro interior: 'Tenemos por padre a Abrahán'! Porque os aseguro que poderoso es Dios para sacar de estas piedras hijos de Abrahán.

Romanos 8:16

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

Romanos 8:19

Porque la creación, en anhelante espera, aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.

Hebreos 11:11

Por la fe también Sara recibió poder para concebir, aunque se le había pasado la edad; pues tuvo por fiel al que se lo había prometido.