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Romanos 8:17 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo, puesto que padecemos con él y así también con él seremos glorificados.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y si hijos, también herederos:° por una parte, herederos de Dios, y por la otra, coherederos con el Mesías, ya que° juntamente padecemos para que juntamente seamos glorificados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo; si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos también glorificados.

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Romanos 8:17
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.


Y si vosotros sois de Cristo, luego sois descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.


a saber, que los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio,


El que venza, heredará estas cosas. Y yo seré su Dios y él será mi hijo.


Más bien, a medida que tomáis parte en los padecimientos de Cristo, alegraos, para que también en la revelación de su gloria exultéis de gozo.


para una herencia incorruptible, pura e inmarchitable, reservada en el cielo para vosotros,


para que, justificados por su gracia, seamos, como esperamos, herederos de una vida eterna.


En este sentido, queriendo Dios demostrar hasta la saciedad a los herederos de la promesa que su decisión es irrevocable, interpuso como garantía un juramento,


'Padre quiero que donde voy a estar, estén también conmigo los que me has dado y así contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.


Escuchad, hermanos míos queridos: ¿no eligió Dios a los pobres según el mundo para ser ricos en la fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman?


Porque a vosotros os ha sido concedido, no sólo el creer en Cristo, sino el sufrir por él,


Nuestra esperanza respecto de vosotros tiene firme fundamento, pues sabemos que de la misma manera que tenéis parte en los padecimientos, así la tenéis también en el consuelo.


Porque si por la falta de uno solo y por mediación de este solo reinó la muerte en el mundo, con mucha más razón, por medio de uno solo, Jesucristo, reinarán en la vida los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.


¿Y qué son todos los ángeles, sino espíritus al servicio de Dios, enviados para servir a los que van a heredar la salvación?


Al que venza, lo haré sentar conmigo en mi trono como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono'.


No temas, pequeño rebaño; que ha tenido a bien vuestro Padre daros el reino.


Entonces Jesús dijo a sus discípulos: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y sígame.


Pues, según está escrito: Lo que el ojo no vio ni el oído oyó, ni el corazón humano imaginó, eso preparó Dios para los que le aman.


En efecto, lo que era imposible a la ley, por cuanto que estaba incapacitada por causa de la carne, Dios, enviando a su propio Hijo en carne semejante a la del pecado y como víctima por el pecado, condenó al pecado en la carne,


Ahora os dejo encomendados al Señor y a la palabra de su gracia, que tiene poder para edificar y concederos la herencia con todos los santificados.


confortando a los discípulos y exhortándolos a permanecer en la fe, diciéndoles que por muchas tribulaciones tenemos que pasar para entrar en el reino de Dios.


Díjole su señor: '¡Muy bien, criado bueno y fiel! En lo poco fuiste fiel, te pondré a cargo de lo mucho: entra en el festín de tu señor'.


¿Acaso no era necesario que el Cristo padeciera esas cosas para entrar en su gloria?'.


a fin de que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, y alcancen la remisión de los pecados y tengan parte en la herencia de los que han sido santificados por la fe en mí'.


Porque, así como abundan en nosotros los padecimientos de Cristo, así también, mediante Cristo, abunda nuestra consolación.


con el fin de conocerle a él en persona y la fuerza de su resurrección y la comunión con sus padecimientos, hasta configurarme con su muerte,


Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y voy completando en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su cuerpo, que es la Iglesia,


En estos últimos días nos ha hablado por medio del Hijo, al que nombró heredero de todas las cosas, y por medio del cual creó también los mundos y los tiempos.


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