Romanos 7:23 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

²³ pero percibo en mis miembros otra ley que está en guerra contra la ley de mi mente y que me esclaviza bajo la ley del pecado que habita en mis miembros.

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Biblia Reina Valera 1960

²³ pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²³ pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²³ pero advierto en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi espíritu, y paso a ser esclavo de esa ley del pecado que está en mis miembros.

La Biblia Textual 3a Edicion

²³ pero veo otra ley en mis miembros, que combate contra la ley de mi mente, y me encadena a la ley del pecado que está en mis miembros.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²³ mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

Romanos 7:23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Gálatas 5:17

Pues la carne desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne. Ambos se combaten entre sí, de suerte que no hacéis las cosas que quisierais.

Santiago 4:1

¿De dónde vienen entre vosotros las guerras y de dónde las luchas? ¿No vienen precisamente de aquí, de vuestras pasiones, que hacen la guerra en vuestros miembros?

Romanos 8:2

Porque la ley del Espíritu, dador de la vida en Cristo Jesús, me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.

Romanos 6:19

-Estoy hablando en términos humanos, a causa de vuestra natural limitación-. Pues bien, así como ofrecisteis vuestros miembros al servicio de la impureza y de la inmoralidad, hasta caer en la inmoralidad total, así también ofreced ahora vuestros miembros al servicio de la justicia, hasta llegar a la santidad.

Romanos 7:25

¡Gracias sean dadas a Dios, por medio de Jesucristo nuestro Señor! Así pues, yo mismo, con la mente, sirvo a la ley de Dios; pero con la carne, a la ley del pecado.

1 Pedro 2:11

Queridos hermanos, os exhorto a que, como extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos puramente humanos que combaten contra el alma.

Hebreos 12:4

En vuestra lucha contra el pecado, todavía no habéis llegado hasta el derramamiento de vuestra sangre

Romanos 7:21

Por consiguiente, cuando intento hacer lo bueno descubro que tengo dentro de mí esta ley: que es lo malo lo que está a mi alcance.

Romanos 7:5

De hecho, cuando vivíamos sometidos a lo puramente humano, las pasiones pecaminosas, sirviéndose de la ley, actuaban en nuestros miembros, haciéndonos producir frutos para la muerte,

Romanos 6:13

ni ofrezcáis más vuestros miembros como armas de iniquidad al servicio del pecado, sino consagraos a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida y ofreced vuestros miembros como armas de justificación al servicio de Dios.

Eclesiastés 7:20

Por cierto, no existe en la tierra hombre tan justo que haga el bien y nunca peque.

Salmos 142:7

Atiende a mi lamento, pues estoy en extremo consumido; líbrame tú de mis perseguidores, pues ellos son más fuertes.

Romanos 7:14

Sabemos, desde luego, que la ley es espiritual; pero yo soy de carne y hueso, vendido como esclavo al pecado.

Santiago 3:2

pues todos fallamos muchas veces. Si alguno no falla en el hablar, ése es varón perfecto, capaz de refrenar todo el cuerpo.