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Romanos 4:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 En este sentido, también David proclama dichoso al hombre al que Dios imputa justicia, con independencia de las obras:

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Biblia Reina Valera 1960

6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 David también habló de lo mismo cuando describió la felicidad de los que son declarados justos sin hacer esfuerzos para lograrlo:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Así David felicita al que Dios cuenta entre los justos sin que sea el fruto de sus obras:

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Como también David declara la bienaventuranza del hombre al cual Dios atribuye justicia sin obras,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Como David también describe la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin las obras,

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Romanos 4:6
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quien nos ha salvado y llamado a una vocación santa, no según nuestras obras, sino según su propio designio y gracia, que se nos dio en Cristo Jesús desde la eternidad,


De Dios viene el que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual, por iniciativa de Dios, se hizo nuestra sabiduría, como también justicia, santificación y redención.


y ser hallado en él, no por retener una justicia mía -la que proviene de la ley-, sino la justicia por la fe en Cristo, la que proviene de Dios y está basada en la fe,


Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que en él llegáramos nosotros a ser justicia de Dios.


Bendito Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en el cielo, en Cristo,


Y esto, para que la bendición de Abrahán llegue en Cristo Jesús a los gentiles, a fin de que por medio de la fe recibamos la promesa del Espíritu.


Precisamente recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia por la fe que tenía ya antes de circuncidarse, para que así fuera padre de todos los creyentes, es decir, de los incircuncisos, a quienes se les tendría en cuenta su fe como justicia;


En el evangelio se revela, en efecto, la justicia de Dios que, partiendo de la de fe, en la fe se consuma, según está escrito: el justo por fe vivirá.


Mas ningún arma forjada contra ti tendrá éxito, y toda lengua que se alce contra ti en juicio la declararás culpable. Ésta es la herencia de los siervos de Yahveh, y las victorias que les concedo -dice Yahveh-.


Aleluya. Álef. Dichoso el hombre que teme al Señor Bet. y tiene en sus mandatos su contento.


Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han obtenido una fe tan preciosa como la nuestra por la justicia de nuestro Dios y salvador Jesucristo:


¿Dónde están, pues, aquellas expresiones vuestras de dicha? Doy testimonio de que, si hubiera sido posible, os habríais arrancado los ojos para dármelos.


sino también en favor de nosotros, a quienes la fe se nos va a tener en cuenta, pues creemos en aquel que resucitó a Jesús nuestro Señor de entre los muertos,


Ahora bien, declaración de dicha, ¿es para los circuncidados, o también para los no circuncidados? Porque decimos: A Abrahán se le tomó en cuenta la fe como justicia.


¿Dónde está, pues, la jactancia? Queda eliminada. ¿En virtud de qué ley? ¿La de las obras? De ninguna manera; sino mediante la ley de la fe.


Setenta semanas están decretadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin a la transgresión, para sellar el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la eterna justicia, para sellar la visión y al profeta, para ungir al santo de los santos.


En aquellos días se salvará Judá, y Jerusalén morará segura. Y éste es el nombre con que se la llamará: 'Yahveh, nuestra justicia'.


Pues así dice Yahveh acerca de la casa del rey de Judá: Un Galaad eres para mí, una cumbre del Líbano; pero haré de ti un desierto, como las ciudades no habitadas.


¡Dichoso tú, Israel! ¿Quién como tú, pueblo salvado por Yahveh, tu escudo protector, y cuya espada es tu exaltación? Tus enemigos simularán someterse ante ti, pero tú hollarás sus espaldas'.


Al cabo de mucho tiempo, vuelve el amo de aquellos criados y se pone a saldar cuentas con ellos.


Por el contrario, al que no realiza trabajo alguno, pero tiene fe en aquel que justifica al impío, esta fe suya se le toma en cuenta como justicia.


Dichosos aquellos cuyas culpas fueron perdonadas, y cuyos pecados fueron cubiertos;


Más aún, alguno podrá decir: 'Tú tienes fe, pues yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, que yo te mostraré, por las obras, mi fe'.


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