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Romanos 3:25 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 al que Dios públicamente presentó como medio de expiación por su propia sangre, mediante la fe, a fin de mostrar su justicia al pasar por alto los pecados cometidos anteriormente,

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Biblia Reina Valera 1960

25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Dios lo puso como la víctima cuya sangre nos consigue el perdón, y esto es obra de fe. Así demuestra Dios cómo nos hace justos, perdonando los pecados del pasado

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 a quien Dios ha propuesto públicamente como sacrificio expiatorio por su sangre a través de la fe,° como evidencia de su justicia, a causa de haber pasado por alto, Dios en su paciencia, los pecados pasados,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 a quien Dios ha puesto en propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia por la remisión de los pecados pasados, en la paciencia de Dios,

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Romanos 3:25
51 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como sacrificio de purificación por nuestros pecados.


Él es sacrificio de purificación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.


Con mucha más razón, por consiguiente, ahora que por su sangre hemos sido justificados, seremos salvados de la ira gracias a su mediación.


Pues bien, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, Dios ahora invita a los hombres a que todos y en todas partes se conviertan,


porque es imposible que sangre de toros y de machos cabríos borre pecados.


La adorarán todos los habitantes de la tierra, todos aquellos cuyo nombre no está escrito, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero degollado.


Por la fe Noé, advertido por Dios sobre cosas que aún no se veían, con religioso sentido empezó a construir un arca para salvar a su familia, y por medio de esa fe condenó al mundo y vino a ser heredero de la justicia según fe.


Su descendencia ha de servirle, al Señor cantarán las generaciones.


Degollará el macho cabrío del sacrificio por el pecado del pueblo, llevará su sangre detrás del velo y hará con ella lo mismo que hizo con la sangre del novillo, esto es, rociará el propiciatorio y su parte delantera.


Así, pues, habiendo sido justificados por la fe, estamos en paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,


Y cuantos no se hallaron inscritos en el libro de la vida fueron precipitados en el lago de fuego.


Y cantan un cántico nuevo, diciendo: 'Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado, y rescataste para Dios con tu sangre a hombres de toda tribu y lengua y pueblo y nación.


Realmente, los que usan este lenguaje dan a entender con ello que van en busca de patria.


Si decimos que no hemos pecado, tachamos a Dios de mentiroso y su palabra no está en nosotros.


Por la fe Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac y, aun habiendo recibido la promesa, estuvo a punto de sacrificar a su hijo único,


Encima del arca estaban los querubines de gloria, cubriendo con su sombra el propiciatorio. Pero no es el momento de entrar en detalles.


He aquí una afirmación digna de crédito y de plena aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.


Y no sólo esto; sino que también nos sentimos gozosamente seguros en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por cuyo medio hemos recibido ahora la reconciliación.


en el tiempo de la paciencia divina, y a fin de mostrar esta misma justicia en el tiempo presente, para ser él justo y el que justifica a quien tiene fe en Jesús.


¿O es que menosprecias la riqueza de su bondad y de su paciencia y de su comprensión, al no reconocer que esta bondad de Dios intenta llevarte a la conversión?


para hacer lo que tu mano y tu designio tenía predeterminado que sucediera.


pero Dios cumplió de este modo lo que ya tenía anunciado por boca de todos los profetas: que su Cristo había de padecer.


a éste, entregado según el plan definido y el previo designio de Dios, vosotros, crucificándolo por manos de paganos, lo quitasteis de en medio.


De verdad os aseguro que el que cree tiene vida eterna'.


Libre de los trabajos de su alma, verá la luz, y se saciará de conocimiento. Como justo, mi siervo justificará a muchos, y sus iniquidades él mismo se las cargará.


Los cielos manifiestan su justicia y los pueblos todos perciben su grandeza.


Hasta los cielos proclamarán su rectitud, pues es Dios el que juzga. Selah


Yo anuncio tu justicia en la gran asamblea; mis labios no refreno, y tú, Señor, lo sabes.


Pero el macho cabrío que tocó en suerte a Azazel, lo presentará vivo ante Yahveh, para hacer sobre él la expiación y enviárselo luego a Azazel al desierto.


El Señor hace su anuncio de victoria, delante de los pueblos revela su justicia.


En las pasadas generaciones, permitió que cada pueblo siguiera su propio camino.


Así, pues, como por la falta de uno solo recayó sobre todos los hombres la condenación, así también, por la acción justa de uno solo recae sobre todos los hombres la justificación que da vida.


Echad fuera la levadura vieja, para que seáis masa nueva, pues sois panes ázimos. Porque ha sido inmolado nuestro cordero pascual: Cristo.


Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que en él llegáramos nosotros a ser justicia de Dios.


En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según la riqueza de su gracia,


Pero ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que una vez estabais lejos, habéis sido puestos cerca por la sangre de Cristo.


así también Cristo, ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos, se aparecerá, la segunda vez, sin relación ya con el pecado, a los que a él aguardan, para darles la salvación.


y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y al que nos libró de nuestros pecados con su sangre


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