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Romanos 14:18 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Quien sirve a Cristo de este modo es agradable a Dios y obtiene la aprobación de los hombres.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Si tú sirves a Cristo con esa actitud, agradarás a Dios y también tendrás la aprobación de los demás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Quien de esta forma sirve a Cristo, agrada a Dios y también es apreciado por los hombres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque el que en esto sirve al Mesías, es aceptable a Dios, y aprobado por los hombres.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Porque el que en estas cosas sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres.

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Romanos 14:18
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues procuramos hacer lo que es bueno, no sólo ante el Señor, sino también ante los hombres.


Pues, ¿qué mérito tenéis soportando golpes por haber pecado? Pero, si los soportáis por haber hecho el bien, esto merece la aprobación ante Dios.


Servid también vosotros de piedras vivas para edificar una casa espiritual destinada a un sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo.


Sabiendo, pues, lo que es el temor del Señor, intentamos persuadir a los hombres, pues para Dios estamos al descubierto y espero estarlo también para vuestras conciencias.


pero con modales amables y respetuosos. Tened la conciencia limpia, y así, los que difaman vuestra buena conducta en Cristo quedarán confundidos por hablar mal de vosotros.


Porque si una viuda tiene hijos o nietos, sean éstos los primeros en cumplir sus deberes filiales con la propia familia y en corresponder por lo que deben a sus progenitores. Esto es agradable a los ojos de Dios.


Esto es cosa excelente y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador,


seguros de que recibiréis del Señor la retribución de la herencia. Es a Cristo, el Señor, a quien servís.


De todo acuso recibo y estoy en la abundancia; lleno estoy, después de haber recibido de manos de Epafrodito lo que me habéis mandado: calmante aroma, sacrificio aceptable que agrada a Dios.


Por el contrario, nos acreditamos en toda ocasión como servidores de Dios, con mucha constancia, en tribulaciones, en necesidades, en aprietos,


Al contrario, hemos renunciado a los encubrimientos vergonzantes y no procedemos con astucia ni falseamos la palabra de Dios, sino que, por el contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a nosotros mismos ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.


Pues el esclavo que recibió el llamamiento en el Señor es liberto del Señor y el que recibió el llamamiento siendo libre es esclavo de Cristo.


Esos tales no sirven a Cristo, Señor nuestro, sino a sus propios bajos apetitos y, con su modo de hablar lisonjero y adulador, seducen el corazón de los sencillos.


¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Si está de pie o caído, eso es cosa de su amo. Pero se mantendrá en pie, que el Señor tiene poder para sostenerlo.


En vuestro celo no seáis negligentes. En el Espíritu, manteneos fervientes. Servid constantemente al Señor.


Mientras que ahora, emancipados del pecado y convertidos en esclavos de Dios, tenéis por fruto vuestro la justificación y, como final, vida eterna.


sino que le es agradable todo el que, sea de la raza que fuere, le teme y practica la justicia.


El que quiera servirme que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre'.


Es igual que cuando un hombre va de viaje: al dejar su casa y dar a sus criados los poderes, encarga a cada uno su trabajo, y al portero le manda que vele.


Anda, pues, y come con gozo tu pan y bebe tu vino, porque ya Dios se ha complacido en tu conducta.


¿Acaso no andarías con la cabeza alta si hicieras el bien? Como no actúas correctamente, el pecado está a la puerta, al acecho, codiciándote; pero tú debes dominarlo'.


Por eso también nuestra ambición es serle gratos, tanto si estamos domiciliados como si estamos exiliados.


En fin, hermanos, todo lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, si hay alguna virtud o algo digno de alabanza, todo eso tenedlo como cosa propia.


Llevad entre los gentiles una conducta ejemplar. Así, en aquellas mismas cosas en que os calumnian como malhechores, cuando vean vuestras buenas obras glorificarán a Dios en el día de la visita.


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