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Romanos 1:13 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 No quiero que ignoréis, hermanos, que muchas veces me he propuesto llegar hasta vosotros, para recoger también entre vosotros, al igual que entre los demás gentiles, algún fruto; pero hasta ahora me ha sido imposible.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Quiero que sepan, amados hermanos, que me propuse muchas veces ir a visitarlos pero, hasta el momento, me vi impedido. Mi deseo es trabajar entre ustedes y ver frutos espirituales tal como he visto entre otros gentiles.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Quiero que sepan, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir donde ustedes, pero hasta el momento no he tenido la posibilidad de ir a cosechar algún fruto entre ustedes, como he hecho en otros países.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Porque no quiero hermanos que ignoréis, que muchas veces me propuse ir a vosotros° para tener algún fruto, no sólo entre los demás gentiles, sino también entre vosotros, pero hasta ahora he sido impedido.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado) para tener algún fruto también entre vosotros, así como entre los otros gentiles.

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Romanos 1:13
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tras estos sucesos, se propuso Pablo atravesar Macedonia y Acaya y dirigirse a Jerusalén; porque se decía: 'Después de estar allí, conviene que visite también Roma'.


Y no es que yo busque donativos; lo que busco es que los intereses aumenten vuestra cuenta.


Pero el Señor me asistió y me dio fuerzas, de tal manera que, por mi medio, hubo una plena proclamación de la palabra y llegó a oídos de todos los gentiles; y yo mismo fui librado de las fauces del león.


No queremos, hermanos, que ignoréis la suerte de los que ya murieron, para que no estéis tristes como están los demás, que no tienen esperanza.


Por eso quisimos ir a veros -al menos yo, Pablo, lo intenté una y otra vez-, pero Satanás nos lo impidió.


Porque no queremos que ignoréis, hermanos, que la tribulación que nos sobrevino en Asia fue tan pesada, y tan por encima de nuestras fuerzas nos abrumó, que llegamos a perder toda esperanza de vivir.


Acerca de los dones del Espíritu, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia.


No quiero que olvidéis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube; que todos atravesaron el mar


que llegó hasta vosotros y está fructificando y creciendo en todo el mundo, al igual que entre vosotros, desde el día en que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en su genuino sentido,


No quiero, hermanos, para que no presumáis de vosotros mismos, que ignoréis este misterio: que el endurecimiento parcial de Israel se prolongará hasta que entre la totalidad de los gentiles.


No me habéis elegido vosotros, sino que yo os elegí, y os he puesto para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea permanente; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.


el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna, de suerte que lo mismo se alegren el que siembra y el que siega.


Porque el misterio de la impiedad está ya en acción. Apenas desaparezca el que hasta ahora le está reteniendo


Pero gracias sean dadas a Dios, que, en Cristo, nos lleva siempre en su triunfo y que por medio de nosotros difunde por doquier la fragancia de su conocimiento.


Si para los otros no soy apóstol, a lo menos para vosotros lo soy, pues el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.


Tras los saludos, les fue exponiendo una por una las cosas que Dios había obrado entre los gentiles por su ministerio.


Calló toda la asamblea, mientras escuchaban a Bernabé y a Pablo, que referían todas las señales y prodigios que Dios había obrado entre los gentiles por su medio.


Llegados y congregada la iglesia, refirieron lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.


De verdad os lo aseguro: si el grano de trigo que cae en la tierra no muere queda él solo; pero, si muere, produce mucho fruto.


En el futuro arraigará Jacob, germinará y florecerá Israel y llenarán de fruto la faz del mundo.


Uno de aquellos días se levantó Pedro en medio de los hermanos -un grupo de unas ciento veinte personas personas en total- y dijo:


donde hallamos unos hermanos que nos rogaron que nos quedáramos con ellos siete días. Y así, finalmente, llegamos a Roma.


o mejor, para que, en vuestra compañía, recibamos mutuo aliento, por medio de la fe que nos es común tanto a vosotros como a mí.


¿Ignoráis acaso, hermanos -hablo a quienes entienden de leyes-, que la ley tiene dominio sobre el hombre sólo mientras éste vive?


Os ruego, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que tengáis todos concordia y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis unidos en el mismo pensamiento y en el mismo parecer.


Hermanos, no seáis niños en la inteligencia. Sedlo, sí, en la malicia, pero en la inteligencia sed adultos.


¿Qué conclusión sacar, hermanos? Cuando os reunís, cada uno puede tener un himno, una enseñanza, una revelación, un lenguaje, una interpretación: que todo sirva para edificación.


Hermanos, me serviré de un ejemplo de la vida humana: nadie anula o añade algo al testamento de un hombre debidamente otorgado.


La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.


Pero si el vivir en el cuerpo me supone una actividad fructuosa, yo no sé qué escoger.


para que caminéis según el Señor se merece, a plena satisfacción suya, dando frutos en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios;


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