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Proverbios 31:31 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Tau. Alabadla por el fruto de sus manos, y que sus obras la ensalcen en la plaza.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Recompénsenla por todo lo que ha hecho. Que sus obras declaren en público su alabanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Reconózcanle el trabajo de sus manos: un público homenaje merecen sus obras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 ¡Dadle del fruto de sus manos, Y que sus mismas obras la alaben en la puerta!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.

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Proverbios 31:31
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando comes del fruto de tus manos dichoso tú y afortunado.


Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado por su nombre, cuando ya antes servisteis al pueblo santo y lo seguís sirviendo ahora.


Y oí una voz del cielo que decía: 'Escribe: 'Dichosos ya desde ahora los que mueren en el Señor'. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, pues sus obras los acompañan'.


Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso de los espinos se cosechan uvas, o de los cardos higos?


Y no es que yo busque donativos; lo que busco es que los intereses aumenten vuestra cuenta.


Zain. Piensa en un campo y lo adquiere, con el fruto de sus manos planta una viña.


El fruto del justo es árbol de vida, el sabio conquista a los hombres.


Lo mismo pasa con las obras: las buenas están al descubierto; las que no lo son no pueden quedar ocultas.


Pedro al punto se fue con ellos. Llegado, le hicieron subir a la habitación de arriba y se le presentaron todas las viudas llorando y mostrándole las túnicas y mantos que les había hecho Gacela mientras estaba con ellas.


Así, pues, por sus frutos los conoceréis.


Saludad a María, que tanto se ha empeñado por vosotros.


Saludad a Trifena y a Trifosa, que tanto afán ponen en el servicio del Señor. Saludad a la carísima Pérside, que tanto trabajó en el Señor.


Sin. Engañosa es la gracia, vana la belleza; la mujer que teme a Yahveh, ésa es de alabar.


Palabras de Qohélet, hijo de David, rey de Jerusalén.


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