Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Proverbios 18:19 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Hermano ofendido es más que un fortín, las disputas son como cerrojos de un baluarte.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Un amigo ofendido es más difícil de recuperar que una ciudad fortificada. Las disputas separan a los amigos como un portón cerrado con rejas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Hermanos que se ayudan son como una fortaleza, y los amigos, como los cerrojos de una torre.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

19 El hermano ofendido es más tenaz que un castillo fuerte,° Y los litigios entre hermanos son como cerrojos de fortaleza.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 El hermano ofendido es más difícil de ganar que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Proverbios 18:19
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Más vale saber sufrir que ser héroe, ser dueño de sí que conquistar una ciudad.


El desacuerdo llegó a tal extremo que se separaron. Bernabé se embarcó, con Marcos, en dirección a Chipre.


falso testigo que lanza calumnias, y promotor de discordias entre hermanos.


Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: '¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!'. Y los de Israel se fueron a sus tiendas.


y dio a sus criados esta orden: '¡Estad atentos! Cuando el corazón de Amnón se haya alegrado con el vino y yo os diga: 'Herid a Amnón, matadlo', no temáis. ¿No soy yo quien os lo manda? ¡Tened ánimo y sed valientes!'.


Por su parte, Absalón no habló palabra con Amnón, ni buena ni mala, porque lo odiaba por haber forzado a su hermana Tamar.


Sus hermanos le cobraron envidia, pero su padre rumiaba aquellas palabras.


Así, Abías y su gente les inflingieron una gran derrota, de suerte que cayeron muertos de Israel quinientos mil hombres escogidos.


Su hermano mayor, Eliab, lo oyó hablar así con los hombres y se encendió en cólera contra David, diciéndole: '¿Para qué has bajado aquí, y a quién encomendaste el pequeño rebaño que está en el desierto? Yo conozco tu arrogancia y la malicia de tu corazón: tú has bajado para presenciar el combate'.


La suerte pone fin a los litigios y decide entre los poderosos.


Del fruto de su boca sacia el hombre su vientre, del fruto de sus labios se sacia.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម