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Proverbios 17:14 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Iniciar un pleito es soltar las aguas; mejor es retirarse que entablar el proceso.

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Biblia Reina Valera 1960

14 El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa, así que detente antes de que estalle la disputa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Entablar un juicio es como abrir una represa; desístete antes que se dé curso a la demanda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Suelta el chorro el que comienza una riña, Antes de enzarzarte, abandona la porfía.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 El principio de la discordia es como cuando alguien suelta las aguas; deja, pues, la contienda, antes que se enmarañe.

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Proverbios 17:14
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

no te apresures a llevarlo a juicio, pues, ¿qué harás después si tu prójimo te confunde?


Es honor para el hombre evitar las rencillas, pero el insensato se mete en ellas.


a que procuréis llevar una vida tranquila, a que os dediquéis a vuestros propios asuntos y a que trabajéis con vuestras propias manos, según las instrucciones que os dimos,


Respuesta suave aplaca el enojo, palabra dura enciende la ira.


Si es posible, y en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.


El hombre violento suscita la disputa, el hombre iracundo amontona pecados.


Carbón para el rescoldo y leña para el fuego: tal es el pendenciero para avivar disputas.


Quien ama las reyertas ama el pecado, quien se muestra altanero busca la ruina.


Más vale saber sufrir que ser héroe, ser dueño de sí que conquistar una ciudad.


El hombre paciente tiene gran prudencia, el irascible muestra su fatuidad.


El orgullo sólo ocasiona disputas; con los humildes está la sabiduría.


Pues Pécaj, hijo de Remalías, mató en Judá, en un solo día, a ciento veinte mil hombres, todos ellos guerreros valientes, porque habían abandonado a Yahveh, Dios de sus padres.


Así, Abías y su gente les inflingieron una gran derrota, de suerte que cayeron muertos de Israel quinientos mil hombres escogidos.


Siguió el rey hasta Guilgal, acompañado de Quinhán. Iba con el rey toda la gente de Judá y la mitad de la gente de Israel.


La sensatez hace al hombre paciente, tiene por honor disimular una falta.


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