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Proverbios 15:33 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 El temor de Yahveh es lección de sabiduría, la humildad precede a la gloria.

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Biblia Reina Valera 1960

33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 El temor del Señor enseña sabiduría; la humildad precede a la honra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 El temor de Yavé es la escuela de la sabiduría; antes de la gloria es necesaria la humildad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 El temor de YHVH es escuela de sabiduría, Y antes del honor está la humildad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

33 El temor de Jehová es la instrucción de sabiduría; y antes de la honra está la humildad.

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Proverbios 15:33
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

De igual modo, vosotros, jóvenes, someteos a los presbíteros. Revestíos todos de humildad en servicio mutuo, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.


Antes de la ruina se engríe el corazón humano; la humildad es preludio de gloria.


El principio de la ciencia es el temor de Yahveh. Los necios desprecian sabiduría y disciplina.


Humillaos ante el Señor, y él os ensalzará.


Res. El temor del Señor es el principio de la sabiduría; Sin. bien avisados son los que lo siguen: Tau. su alabanza subsiste eternamente.


El orgullo del hombre le acarrea humillación, quien se humilla consigue gloria.


Kaf. Los ricos se empobrecen, pasan hambre; mas quien busca al Señor no carecerá de bien alguno.


Y luego dijo al hombre: Temer al Señor es sabiduría; huir del mal, inteligencia'.


Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado'.


(El temor de Yahveh odia el mal). Aborrezco la arrogancia y la soberbia, la mala conducta y el lenguaje perverso.


para aprender sabiduría y disciplina, para entender máximas sensatas,


Quien rechaza la instrucción desprecia su vida, quien escucha la reprensión se hace sensato.


El hombre propone en su corazón, pero es Yahveh quien da la respuesta.


Cuando a Ester, hija de Abijail, tío de Mardoqueo, que la había adoptado por hija, le llegó el turno para presentarse al rey, no pidió nada fuera de lo que le recomendó Hegué, eunuco del rey, guardián de las mujeres; pero Ester se ganaba el favor de cuantos la veían.


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