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Proverbios 12:1 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Quien ama la instrucción ama la ciencia, quien odia la reprensión es necio.

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Biblia Reina Valera 1960

1 El que ama la instrucción ama la sabiduría; Mas el que aborrece la reprensión es ignorante.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Para aprender, hay que amar la disciplina; es tonto despreciar la corrección.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El que acepta que lo corrijan ama el saber; el que aborrece la reprensión es un tonto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 El que ama la corrección ama el conocimiento, Pero el que aborrece la reprensión es necio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 El que ama la instrucción ama el conocimiento; pero el que aborrece la reprensión, es torpe.

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Proverbios 12:1
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Grave castigo a quien se aparta del camino; quien odia la reprensión morirá.


El que vive para sí persigue su capricho, por cualquier cosa se irrita.


Tus acciones, Señor, ¡cuán grandes son, cuán hondos tus designios!


No seáis como el caballo y el mulo que carece de sentido, cuyo brío hay que domar con mordaza y con freno, y si no, no se te acerca.


y de toda especie de maldades, que seducirán a los que están en vías de perdición, por no haber acogido el amor de la verdad que los habría salvado.


yo amo a los que me aman, y los que me buscan me encuentran.


Y ahora, hijos míos, escuchadme; felices los que guardan mis caminos.


Conoce el buey a su dueño y el asno el pesebre de su amo; Israel no conoce, mi pueblo no entiende.


introdúceme al curso de tus leyes, que yo pueda rumiar tus maravillas.


tú que desprecias la instrucción y echas a tus espaldas mi palabra?


Mas quien peca contra mí, a sí mismo se daña; todos los que me odian, aman la muerte.


Si el justo recibe su paga en la tierra, ¡cuánto más el malvado y pecador!


El bueno consigue el favor de Yahveh; el malicioso es por él condenado.


Aunque fui el más imbécil de los hombres y no tenía inteligencia humana,


El sacerdote lo examinará; si ve en la piel un tumor blanquecino, y que se vuelve blanco el pelo que hay en él y se han formado llagas en la carne,


Que el justo me golpee y el pío me reprenda; mas el aroma del malvado no perfume mi cabeza:


El hombre sabio acepta mandatos, el de labios necios va a la perdición.


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