Proverbios 1:19 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁹ Tal es la suerte de quien corre tras el lucro: su avidez termina por matarle.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁹ Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, La cual quita la vida de sus poseedores.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁹ Así terminan todos los que codician el dinero; esa codicia les roba la vida.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁹ Así acabará cualquier hombre que vive de rapiñas: un día cualquiera la rapiña le costará la vida.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁹ Tales son las sendas del que es ávido de ganancia injusta, La cual quita la vida de sus dueños.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁹ Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores.

Proverbios 1:19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Proverbios 15:27

Quien se lucra robando destruye su casa, quien odia las dádivas vivirá.

2 Pedro 2:3

Empujados por la avaricia, se aprovecharán de vosotros con discursos mentirosos. Hace ya tiempo que ni su condenación está ociosa ni su perdición dormida.

Habacuc 2:9

¡Ay de quien acumula para su casa ganancia de sórdidos negocios, para poner su nido en la altura y esquivar el golpe del infortunio!

Eclesiastés 5:13

Pierde esas riquezas en un mal negocio y si le nace un hijo, nada tiene en sus manos para él.

1 Timoteo 3:3

no bebedor ni pendenciero, sino amable, conciliador, desinteresado;

Job 31:39

si comí sus frutos sin pagarlos y oprimí el ánimo de los campesinos,

Proverbios 1:20

La sabiduría pregona por las calles, alza su voz en las plazas,

Josué 7:21

vi entre el botín un hermoso manto de Senaar, doscientos siclos de plata y un lingote de oro de cincuenta siclos de peso, me dominó la codicia y los tomé. Están escondidos en la tierra, en el centro de mi tienda; la plata está debajo'.

Josué 7:25

Y dijo Josué: '¿Por qué nos has acarreado la desgracia? ¡Qué Yahveh te haga sufrir la misma desgracia!'. Y todo Israel lo apedreó; los quemaron, pues, y los lapidaron.

Salmos 7:16

Abre fosa y la ahonda, para caer él mismo en la trampa que hizo.

Proverbios 29:24

El cómplice del ladrón se odia a sí mismo: oye la maldición, pero no lo denuncia.