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Oseas 9:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Junto a la tienda del profeta espía Efraín: es lazo de pajarero en todos sus caminos, hostilidad en la casa de su Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Atalaya es Efraín para con mi Dios; el profeta es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El profeta es un centinela sobre Israel para mi Dios, sin embargo, dondequiera que va le tienden trampas. Hasta en la casa de Dios enfrenta hostilidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Efraím monta guardia ante mi Dios y el profeta trata de impedir que el enemigo llegue de sorpresa, anunciando el ataque contra el templo de sus ídolos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y el vidente de Efraín profetiza sin contar con su Dios; Es trampa de furtivo en sus caminos, Y subversión en la Casa de su Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Atalaya era Efraín para con mi Dios: Pero el profeta es lazo de cazador en todos sus caminos, y odio en la casa de su Dios.

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Oseas 9:8
42 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Escuchad esto, sacerdotes, atiende, casa de Israel, óyelo, casa real: sois vosotros los llamados a juicio, porque fuisteis lazo en Mispá, y red tendida en el Tabor.


'Hijo de hombre, te hago centinela de la casa de Israel, para que, cuando oigas de mi boca una palabra, les avises de mi parte.


Su bondad es como una zarza, su justicia como un seto de espinas. Es el día que anunciaron tus centinelas: tu castigo ha llegado. ¡Ahora será el momento de su confusión!


Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas; ni de día ni de noche, nunca jamás callarán. Vosotros, que recordáis a Yahveh, no os concedáis reposo.


Confiad en quienes os dirigen y obedecedles, pues ellos velan por vuestras almas sabiendo que tienen que rendir cuentas. Así esto será para ellos tarea gozosa, y no llena de angustia, lo cual sería perjudicial para vosotros.


Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha realizado no serían culpables; ahora, aunque las han visto, nos han odiado tanto a mí como a mi Padre.


'Pues bien, hijo de hombre, yo te he nombrado centinela de la casa de Israel, para que, cuando oigas una palabra de mi boca, les avises de mi parte.


Mem. Fue así por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, que derramaron en medio de ella la sangre de inocentes.


Nun. Tus profetas tuvieron para ti visiones engañosas y necias. No te descubrieron tu pecado, de modo que cambiara tu suerte; te hicieron vaticinios falaces e ilusorios.


Porque llega el día en que gritan los centinelas en la montaña de Efraín: '¡Levantaos! ¡Subamos a Sión a Yahveh, nuestro Dios!''.


Yo repliqué: '¡Ah Señor, Yahveh! Mira que los profetas les dicen: no veréis la espada, ni tendréis hambre; sino que os daré la paz segura en este lugar'.


Puse sobre vosotros centinelas: Estad atentos al sonido de la trompeta. Pero ellos dijeron: 'No queremos atender'.


Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal.


Tropecé con los guardias, los que rondan la ciudad. ¿Habéis visto al amado de mi alma?


Y sucedió que, estando unos hombres enterrando a un muerto, vieron que venía una de aquellas bandas. Arrojaron al muerto en el sepulcro de Eliseo y escaparon. Al contacto con los huesos de Eliseo, aquel hombre recobró la vida y se puso en pie.


El oficial había respondido al varón de Dios: 'Aunque Yahveh hiciera ventanas en el cielo, ¿podría suceder tal cosa?'. Pero Eliseo le había replicado: 'Con tus propios ojos lo verás, pero no lo comerás'.


Pero el oficial, sobre cuyo brazo se apoyaba el rey, contestó al varón de Dios: 'Aunque Yahveh hiciera ventanas en el cielo, ¿podría suceder tal cosa?'. Respondió Eliseo: 'Con tus propios ojos lo verás, pero no lo comerás'.


Pero la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre'. Y salió de su presencia leproso, blanquezino como la nieve.


Bajó, pues, y se sumergió en el Jordán siete veces, conforme a la indicación del varón de Dios; y su carne se tornó como la de un niño pequeño y quedó limpio.


Respondió el criado: '¿Qué voy a dar con esto a cien hombres?'. Replicó él: 'Dáselo a la gente para que coma, porque esto dice Yahveh: 'Comerán y sobrará''.


Él dijo entonces: 'Traedme harina'. Y la echó en la olla. Luego dijo: 'Servid a la gente y que coman'. Y no hubo ya nada malo en la olla.


Se dirigió él luego hacia el manantial de las aguas y arrojó en él la sal, al tiempo que decía: 'Así habla Yahveh: voy a sanear estas aguas, para que nunca más salga de ellas muerte ni esterilidad'.


Tomó el manto de Elías que se le había caído de encima y golpeó con él las aguas, diciendo: '¿Dónde está Yahveh, Dios de Elías?'. Y al golpear las aguas, éstas se dividieron a un lado y a otro, y pasó Eliseo.


Contestó Miqueas: 'Si tú vuelves en paz, es que Yahveh no ha hablado por mí'.


Respondió él: 'Saldré y me haré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas'. Dijo Yahveh: 'Tú conseguirás seducirlo. Sal, y hazlo así'.


Pero, si la verdad de Dios, gracias a mi mentira, salió ganando más para su gloria, ¿por qué yo voy a ser juzgado todavía como pecador?


Sedecías, hijo de Quenaaná, se había hecho unos cuernos de hierro y exclamaba: 'Así habla Yahveh: con éstos acornearás a los arameos hasta aniquilarlos'.


Reunió el rey de Israel a los profetas, unos cuatrocientos, y les preguntó: '¿Debo ir a atacar a Ramot de Galaad o debo renunciar?'. Y le respondieron: 'Sube; que el Señor la entregará en manos del rey'.


Ahora, manda reunir en torno mío a todo Israel en el monte Carmelo, así como a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal que comen a la mesa de Jezabel'.


Después de mucho tiempo, en el año tercero, habló Yahveh a Elías y le dijo: 'Vete a ver a Ajab, porque voy a enviar lluvia sobre la haz de la tierra'.


Elías, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos años no ha de haber rocío ni lluvia, sino por orden mía'.


Nuestra vida es como el pájaro que escapa de la red del pajarero: al romperse la red, nosotros escapamos.


El hombre desconoce su hora: como los peces capturados en la red o los pájaros presos en el lazo, así son atrapados los hombres por la desventura cuando cae sobre ellos de improviso.


En los profetas de Samaría observé necedad: profetizaban por Baal y descarriaban a mi pueblo Israel.


Llegan los días del castigo, llegan los días de la venganza. ¡Que lo sepa la gente de Israel! ¡Es un loco el profeta, desvaría este inspirado! Por la magnitud de tus iniquidades, por tu gran hostilidad en contra de él.


Llegaron al fondo de la corrupción como en los días de Guibeá; Yahveh recuerda su culpa, castigará sus pecados.


Yo era como manso cordero que se lleva al matadero; no sabía que contra mí urdían intrigas: Destruyamos el árbol con su fruto, cortémosle de la tierra de los vivos y que no se miente más su nombre.


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