Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Oseas 14:2 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Vuelve, Israel, a Yahveh, tu Dios, porque has tropezado por tu culpa.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Presenta tus confesiones y vuélvete al Señor. Dile: «Perdona todos nuestros pecados y recíbenos con bondad para que podamos ofrecerte nuestras alabanzas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Vuelve, Israel, junto a Yavé, tu Dios, pues tus faltas te hicieron tropezar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Procuraos palabras y volveos a YHVH! Decidle: ¡Quita toda iniquidad y acéptanos con benevolencia!, Y te ofreceremos los sacrificios de nuestros labios.°

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Tomad con vosotros palabras, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos con gracia, y daremos becerros de nuestros labios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Oseas 14:2
39 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por medio de el, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que celebran su nombre.


¿Por qué no toleras mi pecado ni pasas por encima de mi falta? Ya muy pronto yaceré en el polvo; ya no existiré cuando me busques'.


Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, pues en él no hay pecado.


Servid también vosotros de piedras vivas para edificar una casa espiritual destinada a un sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo.


quien nos ha salvado y llamado a una vocación santa, no según nuestras obras, sino según su propio designio y gracia, que se nos dio en Cristo Jesús desde la eternidad,


En cambio, el publicano se quedó a distancia y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! Ten misericordia de mí, que soy pecador'.


Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros de Yahveh, y digan: 'Perdona, Yahveh, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, para que se burlen de ellos las naciones. ¿Por qué habrían de decir los pueblos: dónde está su Dios?'.


Pero a David le remordía el corazón por haber hecho el censo del pueblo y dijo a Yahveh: 'He cometido un gran pecado en lo que he hecho. Perdona, pues, ahora, oh Yahveh, la falta de tu siervo, porque he obrado muy neciamente'.


Dijo entonces David a Natán: 'He pecado contra Yahveh'. A lo que replicó Natán: 'Yahveh ha perdonado tu pecado; no morirás.


Vosotros, en cambio, sois linaje escogido, sacerdocio regio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para anunciar las magnificencias del que os llamó de las tinieblas a su maravillosa luz.


porque es imposible que sangre de toros y de machos cabríos borre pecados.


Y ésta será, por mi parte, la alianza con ellos, cuando yo haya quitado sus pecados.


Al día siguiente, Juan ve a Jesús que viene hacia él, y entonces dice: 'Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.


Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿con cuánta más razón el Padre que está en el cielo dará Espíritu Santo a los que le piden?'.


Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿con cuánta más razón vuestro Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le piden?


Éste, tomando la palabra, habló así a los que estaban ante él: 'Quitadle las ropas sucias'. Y a él le dijo: 'Mira: te he quitado tu iniquidad'. Y añadió: 'Vestidle vestiduras festivas


y, tocando mi boca, dijo: 'Mira, esto ha tocado tus labios: ha sido quitada tu culpa, está perdonado tu pecado'.


Pero si caminamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros; y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.


el cual se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda iniquidad y para purificarnos, haciendo de nosotros un pueblo que fuera su patrimonio, dedicado a buenas obras.


Ofrece a Dios la acción de gracias y cumple las promesas al Altísimo.


Líbrame tú, Señor, de acciones sanguinarias: Dios de mi salvación, mi lengua cantará tu providencia.


Abre, Señor, mis labios, y anunciará mi boca tus grandezas.


Acepta, Señor, la oferta de mi boca y dame a conocer tus decisiones.


Porque amor quiero yo y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.


Los adoradores de ídolos vanos malogran su piedad.


Disipé como niebla tus culpas, como un nublado tus pecados. Vuelve a mí, que te he redimido.


Ve y proclama estas palabras hacia el norte y di: Conviértete, apóstata Israel -oráculo de Yahveh-; no os miraré con rostro airado, pues soy misericordioso -oráculo de Yahveh-; no estaré siempre enojado.


El orgullo de Israel testificará contra él: Israel y Efraín caerán por su iniquidad, y también con ellos caerá Judá.


Tú conviértete a tu Dios, guarda el amor y el derecho, espera en tu Dios siempre.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម