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Nehemías 10:29 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Los demás del pueblo, los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los donados y todos los que se habían separado de la gente del país para seguir la ley de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todos los que tenían uso de razón,

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Biblia Reina Valera 1960

29 se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 se unió a sus jefes y se comprometió mediante juramento. Juraron que caería una maldición sobre ellos mismos si dejaban de obedecer la ley de Dios dada por medio de su siervo Moisés. Prometieron solemnemente seguir al pie de la letra todos los mandatos, las ordenanzas y los decretos del Señor, nuestro Señor:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Y el resto del pueblo: sacerdotes, levitas, porteros, cantores, servidores, en una palabra todos los que se separaron de la gente extranjera para obedecer a la Ley de Dios junto con sus mujeres, sus hijos y sus hijas que estaban en edad de comprender.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 se unieron a sus hermanos, sus nobles,° y acudieron con la promesa y el juramento de andar en la Ley de Dios, dada por Moisés, siervo de Dios, y observar y cumplir todos los mandamientos de YHVH nuestro Señor, así como sus decretos y estatutos;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 se adhirieron a sus hermanos y sus principales, y entraron en protesta y juramento de que andarían en la ley de Dios, que fue dada por medio de Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos de Jehová, nuestro Señor, y sus juicios y sus estatutos.

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Nehemías 10:29
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pondré mi espíritu en vuestro interior y haré que procedáis según mis leyes y guardéis mis normas y las cumpláis.


Yo hice juramento, y lo mantengo, de observar tus justas decisiones.


Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.


Sea el amor sin fingimiento. Aborreced lo malo. Estad firmemente adheridos a lo bueno.


El rey estaba de pie junto a su estrado; y en presencia de Yahveh hizo pacto de seguir a Yahveh y de guardar sus mandamientos, sus instrucciones y sus estatutos con todo el corazón y con toda el alma, y de dar cumplimiento a las palabras de esta alianza escritas en este libro.


El rey estaba de pie junto a la columna, y en presencia de Yahveh hizo pacto de seguir a Yahveh y de guardar sus mandamientos, sus instrucciones y sus estatutos con todo el corazón y con toda el alma, y de dar cumplimiento a las palabras de esta alianza escritas en este libro. Y todo el pueblo ratificó este pacto.


Pero tú no les hagas caso, porque preparan contra él una emboscada más de cuarenta hombres de entre ellos, que se han juramentado a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte, y ahora están preparados en espera de tu asentimiento'.


Algunos, adhiriéndose a él, abrazaron la fe; entre ellos, Dionisio el Areopagita, también una mujer por nombre Dámaris, y algunos otros.


el cual, al llegar y ver la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a permanecer con firmeza de corazón unidos al Señor,


¿No os dio Moisés la ley? Sin embargo, ninguno de vosotros cumple la ley. ¿Por qué pretendéis matarme?'.


Porque la ley fue dada por medio de Moisés y por Jesucristo vino la gracia y la verdad.


Diles, pues: 'Así dice Yahveh: si no me escucháis, obrando según la ley que he puesto delante de vosotros,


Yahveh se compadecerá de Jacob, elegirá de nuevo a Israel y los asentará en su país. El forastero se les unirá y se asociará a la casa de Jacob.


a fin de que guardaran sus preceptos y observaran sus leyes. Aleluya.


las aves de los cielos, los peces de los mares, cuanto atraviesa las sendas de las aguas.


Del director; con la lira de Gat. Salmo. De David.


Yo les reprendí y los maldije, e incluso mandé azotar a algunos de ellos y arrancarles los cabellos. Les hice jurar por el nombre de Dios: 'No deis vuestros hijos a sus hijas, ni toméis sus hijas para vuestros hijos o para vosotros.


Ahora, pues, oh Yahveh, Dios de Israel, mantén igualmente lo que prometiste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: 'Nunca faltará en mi presencia un descendiente tuyo que se siente en el trono de Israel, con tal de que tus hijos sigan su debido camino y anden conforme a mi ley, tal y como has andado tú'.


Pero Jehú no procuró andar conforme a la ley de Yahveh, Dios de Israel, con todo su corazón ni se apartó de los pecados con que Jeroboán hizo pecar a Israel.


Una ley nos prescribió Moisés, herencia de la asamblea de Jacob.


Poned, pues, mucho cuidado en hacer cuanto Yahveh, Dios vuestro, os ha ordenado; no os desviéis ni a la derecha ni a la izquierda.


Moisés convocó a todo Israel y les dijo: 'Escucha, Israel, los preceptos y las normas que hoy hago resonar en tus oídos; apréndelos y cuida de ponerlos por obra.


-aquí el sacerdote conjurará a la mujer con juramento imprecatorio diciéndole-: Yahveh te entregue a la imprecación y a la execración en medio de tu pueblo, y haga Yahveh que languidezcan tus caderas y se hinche tu vientre.


Vosotros, hoy, os habíais convertido y habíais hecho lo que es recto a mis ojos proclamando cada uno la manumisión de su prójimo, pues habíais concertado un pacto ante mí en el templo sobre el cual se invoca mi nombre.


Sed santos para mí, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he separado de los pueblos para que seáis míos.


Los primeros que volvieron a habitar en sus propiedades y sus ciudades fueron israelitas: sacerdotes, levitas y donados.


Donados: los hijos de Sijá, los hijos de Jasufá, los hijos de Tabaot,


Así, pues, el día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo la ley ante la asamblea, compuesta de hombres, de mujeres y de todos los que tenían uso de razón.


Desde el alba hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro en la plaza que hay delante de la puerta de las Aguas en presencia de los hombres, de las mujeres y de todos los que tenían uso de razón. Todo el pueblo tenía los oídos atentos al libro de la ley.


Los de la raza de Israel se separaron de todos los extranjeros y, puestos en pie, confesaron sus pecados y las maldades de sus padres.


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