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Mateo 6:5 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Y cuando hagáis vuestra oración, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar erguidos en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para exhibirse ante la gente. Os lo aseguro: ya están pagados.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 »Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Cuando estéis orando, no seáis como los hipócritas, que aman orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para exhibirse ante los hombres.° De cierto os digo que ya están recibiendo toda su recompensa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto os digo: Ya tienen su recompensa.

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Mateo 6:5
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por tanto, cuando vayas a dar una limosna, no mandes tocar la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para recibir el aplauso de los hombres; os lo aseguro: ya están pagados.


En cambio, el publicano se quedó a distancia y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! Ten misericordia de mí, que soy pecador'.


Y cuando estéis orando, si tenéis algo contra alguien, perdonadlo, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestros pecados'.


Entonces, cuando me invoquéis y vengáis a suplicarme, os escucharé;


Cuando extendáis vuestras palmas, me taparé los ojos; aunque multipliquéis las oraciones, no os escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre:


que devoran las casas de las viudas mientras fingen entregarse a largos rezos. Éstos tendrán condenación más severa'.


Pero él da una gracia mayor. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.


Luego les propuso una parábola sobre la necesidad que tenían de orar siempre y de no cansarse nunca.


Así, pues, el rey Darío firmó el documento con la prohibición.


Con toda clase de oraciones y súplicas, orad en toda ocasión en el Espíritu, y velad juntos y con perseverancia, intercediendo por todo el pueblo santo,


¡Ay de vosotros, fariseos pues deseáis ocupar el primer asiento en las sinagogas y acaparar los saludos en las plazas!


Y todo cuanto pidáis en la oración con fe, lo obtendréis'.


Por mi parte, yo clamo hacia el Señor, y el Señor me librará.


Presta oído, Señor, a mis palabras, considera mi lamento;


Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid y recibiréis, y así vuestra alegría será plena'.


En su enseñanza decía: 'Guardaos de los escribas, que se complacen en pasearse con amplias vestiduras, acaparar los saludos en las plazas


rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies'.


¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar.


Yahveh abomina los corazones altaneros; jamás quedarán sin castigo.


les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,


Yahveh abomina el sacrificio de los malos; pero se complace en la plegaria de los justos.


Cuando ayunéis, no pongáis cara macilenta como los hipócritas, que adrede se desfiguran el rostro, para hacer ver a la gente que están ayunando; os lo aseguro: ya están pagados.


Procurad no hacer vuestras buenas obras delante de la gente para que os vean; de lo contrario, no tendréis recompensa ante vuestro Padre que está en los cielos.


Hacen todas sus obras para que los hombres los vean: por eso ensanchan sus filacterias y se ponen grandes borlas en el manto;


En cambio: ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo!


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