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Mateo 26:29 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Pues os digo que ya no beberé más de este producto de la vid hasta aquel día en que lo beba con vosotros, nuevo, en el reino de mi Padre'.

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Biblia Reina Valera 1960

29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Acuérdense de lo que les digo: no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Y les digo que desde ahora no volveré a beber del zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Y os digo que desde ahora no beberé de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

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Mateo 26:29
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y a manantiales de aguas vivas les conducirá. Y enjugará Dios toda lágrima de sus ojos'.


fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


Os aseguro que ya no beberé más del producto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios'.


Él me saca del pozo burbujeante, del barro cenagoso, para poner mis pies sobre la roca y asegurar mis pasos.


no a todo el pueblo, sino a los testigos señalados de antemano por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con él después de haber resucitado él de entre los muertos.


Pero ahora voy a ti; y digo estas cosas estando aún en el mundo, para que ellos tengan en sí mismos mi alegría enteramente colmada.


Entonces los justos, en el reino de su Padre, resplandecerán como el sol. El que tenga oídos, que oiga.


Cantan un cántico nuevo ante el trono y ante los cuatro seres vivientes y los ancianos y nadie podía aprender el cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra.


pero había que hacer fiesta y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido hallado''.


No temas, pequeño rebaño; que ha tenido a bien vuestro Padre daros el reino.


Libre de los trabajos de su alma, verá la luz, y se saciará de conocimiento. Como justo, mi siervo justificará a muchos, y sus iniquidades él mismo se las cargará.


Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea colmada.'


y enseñándoles a observar todo cuanto yo os he mandado. Y mirad: yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos'.


Porque donde están dos o tres congregados para invocar mi nombre, allí estoy yo entre ellos'.


Os lo aseguro: hay algunos de los aquí presentes que no morirán sin haber visto al Hijo del hombre venir con su reino'.


¡Ah! ¡Cuánta es su belleza y su hermosura! El trigo hará crecer a los jóvenes y el vino a las doncellas.


Yahveh, tu Dios, está contigo. ¡Es un héroe que salva! Se gozará en ti con alegría, te renovará con su amor, dará gritos de júbilo por ti


y el vino que hace alegre el corazón humano: a fin de hacer brillar su rostro con el óleo y que el pan los sustente.


Muchos son los que dicen: '¿Quién nos dará a ver la dicha?' Levanta, tú, Señor, ante nosotros la luz de tu presencia.


También vosotros sentís tristeza ahora; pero yo volveré a veros y entonces se alegrará vuestro corazón y esa alegría vuestra nadie os la quitará.


Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre: tomad en herencia el reino que para vosotros está preparado desde la creación del mundo.


Yahveh Sebaot dará para todos los pueblos en este monte un banquete de manjares suculentos, un festín de vinos generosos: manjares sabrosos, enjundiosos; vinos exquisitos, depurados.


Yo vengo a mi jardín, hermana, esposa mía, a coger de mi mirra y de mi bálsamo, a comer de mi panal y de mi miel, a beber de mi vino y de mi leche. Comed, amigos, y bebed, y embriagaos de amores.


porque esto es mi sangre, la de la alianza, que va a ser derramada por todos, para perdón de los pecados.


Y cantados los salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.


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