Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Mateo 2:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Y convocando a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, les estuvo preguntando dónde había de nacer el Cristo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Mandó llamar a los principales sacerdotes y maestros de la ley religiosa y les preguntó: —¿Dónde se supone que nacerá el Mesías?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Reunió de inmediato a los sumos sacerdotes y a los que enseñaban la Ley al pueblo, y les hizo precisar dónde tenía que nacer el Mesías.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntaba dónde había de nacer el Mesías.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Y habiendo reunido a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo;

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Mateo 2:4
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Se alzó, pues, un griterío inmenso. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y declararon con firmeza: 'No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si le ha hablado un espíritu o un ángel?'.


Solivientaron, pues, al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y echándose sobre él, lo prendieron y lo condujeron al sanedrín.


Entró en el templo y, mientras estaba enseñando, se acercaron los pontífices y los ancianos del pueblo y le preguntaron: '¿Con qué autoridad haces tú esas cosas y quién te dio esa autoridad?'.


porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.


A la mañana siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, los ancianos y los escribas,


Habiendo, pues, recibido Judas la cohorte y los guardias de los pontífices y [de] los fariseos, fue allá, con linternas, antorchas y armas.


Los escribas y los fariseos le traen una mujer que había sido sorprendida en adulterio. Y poniéndola delante,


Al enterarse los fariseos de que el pueblo rumoreaba esto acerca de él, los pontífices y los fariseos enviaron guardias para prenderlo.


Jesús le respondió: '¿Tú eres maestro de Israel, y no lo sabes?


Entre tanto, los pontífices y los escribas estaban allí, acusándolo con vehemencia.


Los escribas y los pontífices intentaron echarle mano en aquel mismo momento, porque se habían dado cuenta de que por ellos había dicho esa parábola; pero tuvieron miedo al pueblo.


¿Cómo podéis decir: somos sabios, y la ley de Yahveh está con nosotros? Pero es cierto que en mentira la ha convertido la pluma mentirosa de los escribas.


Entonces comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre tenía que padecer mucho, que sería reprobado por los ancianos, por los pontífices y por los escribas, y que sería llevado a la muerte, pero que a los tres días resucitaría;


Llegada la mañana, todos los pontífices y los ancianos del pueblo, en consejo contra Jesús, tomaron el acuerdo de hacerle morir;


Todavía estaba él hablando cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de gran tropel de gente con espadas y palos, enviados por los pontífices y los ancianos del pueblo.


Se reunieron entonces los pontífices y los ancianos del pueblo en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás,


Cuando los pontífices y !os escribas vieron los milagros que estaba haciendo y a los niños que gritaban en el templo: '¡Hosanna al Hijo de David!', se indignaron


Entonces les dijo: 'Por eso todo escriba convertido en discípulo del reino de los cielos se parece a un dueño de casa que saca de su almacén lo nuevo y lo viejo'.


Los labios del sacerdote deben guardar la instrucción, y en su boca se busca la enseñanza, porque él es el mensajero de Yahveh Sebaot.


Los reyes de la tierra se levantan, los príncipes conspiran entre ellos contra el Señor y contra su Ungido:


Salú, Amoc, Jilquías y Yedayas. Éstos eran los jefes de los sacerdotes y de sus hermanos en los días de Josué.


Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes, de los levitas y de todo Israel que harían conforme a lo dicho. Y ellos lo juraron.


subió de Babilonia. Esdras era un escriba versado en la ley que Yahveh, Dios de Israel, había dado a Moisés. Y como la mano de Yahveh, su Dios, estaba con él, el rey le concedió todo cuanto le había pedido.


Igualmente todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus prevaricaciones, siguiendo todas las abominaciones de los pueblos, y contaminaron el templo de Yahveh, que él se había consagrado en Jerusalén.


Jilquías tomó entonces la palabra y dijo a Safán, el secretario: 'He hallado el libro de la ley en el templo de Yahveh'. Y se lo entregó a Safán.


Éstos estaban también al frente de los acarreadores y dirigían a todos los trabajadores ocupados en las distintas tareas. Había, además, levitas que eran escribas, inspectores y porteros.


Al enterarse el rey Herodes se sobresaltó, y toda Jerusalén con él.


Ellos le respondieron: 'En Belén de Judea; pues así está escrito por el profeta:


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម