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Mateo 12:32 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Si alguien dice una palabra en contra del Hijo del hombre, se le perdonará; pero el que la diga en contra del Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el futuro.

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Biblia Reina Valera 1960

32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 El que hable en contra del Hijo del Hombre puede ser perdonado, pero el que hable contra el Espíritu Santo jamás será perdonado, ya sea en este mundo o en el que vendrá.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero al que calumnie al Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonada; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 Y a cualquiera que dijere una palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero.

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Mateo 12:32
35 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero quien blasfemare contra el Espíritu Santo jamás tendrá perdón, sino que siempre llevará consigo su pecado'.


Esto lo dijo refiriéndose al Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él; aún no había Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado todavía.


a mí, que antes fui blasfemo, perseguidor y ultrajador. Sin embargo, fui tratado con misericordia, porque actué con ignorancia, cuando aún no tenía fe;


y por ella aprendemos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos y a vivir en este mundo con moderación, con justicia, con religiosidad,


por encima de todo principio y potestad y virtud y dominación y de todo cuanto tiene nombre, no sólo en este mundo, sino en el venidero.


Arrepentíos, pues, y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados,


Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonada; pero a aquel que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.


Por eso os digo: cualquier pecado y blasfemia se les perdonará a los hombres; pero la blasfemia contra el Espíritu no se les perdonará.


Y los falsos de corazón, los rencorosos, los que no gritan cuando él los encadena,


He aquí una afirmación digna de crédito y de plena aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.


Había entre la gente muchos comentarios acerca de él. Unos decían: 'Pues es un hombre de bien'. [Pero] otros replicaban: 'No; sino que está engañando al pueblo'.


Jesús decía: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen'. Luego se repartieron sus vestidos echando suertes.


dejará de recibir cien veces más ahora, en este mundo, en casas y hermanos, y hermanas y madres e hijos y campos, con persecuciones; y en el mundo venidero vida eterna.


Entonces ellos le respondieron: 'Pero ¿tú también eres de Galilea? ¡Estúdialo bien, y verás que de Galilea no sale ningún profeta!'. [


Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y decís: 'Éste es hombre comilón y bebedor, amigo de publicanos y pecadores'.


Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dicen: 'Éste es un comilón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la sabiduría fue reconocida por sus obras.


¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago y José, Simón y Judas?


Jesús le contesta: 'Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza'.


Porque señor del sábado es el Hijo del hombre'.


Lo sembrado entre zarzas figura al que oye la palabra; pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y no da fruto.


el enemigo que la siembra es el diablo; la siega es el final de los tiempos; los segadores son los ángeles.


Pues lo mismo que se recoge la cizaña y se quema en el fuego, así sucederá al final de los tiempos:


Os aseguro que a los hombres se les perdonará todo: los pecados y aun las blasfemias que profieran.


Y el señor alabó al administrador infiel, por haber obrado tan sagazmente. Pues los hijos de este mundo son más sagaces en el trato con los suyos que los hijos de la luz.


dejará de recibir mucho más en el tiempo presente; y, en el tiempo venidero, vida eterna'.


Porque el entrenamiento corporal para poco sirve; en cambio, la religión para todo sirve, ya que trae consigo promesa de vida: de la presente y de la futura.


A los ricos de este mundo, recomiéndales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en cosa tan insegura como la riqueza, sino en Dios, que nos provee de todo espléndidamente para nuestra satisfacción;


pues Demas me abandonó por amor de este mundo y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia.


La religión pura y sin mancha delante de Dios y Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en dificultades y conservarse limpio del contagio del mundo.


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