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Marcos 7:34 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Y levantando entonces los ojos al cielo, suspiró y le dice: '¡Effathá!', que significa: '¡Ábrete!'.

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Biblia Reina Valera 1960

34 y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Mirando al cielo, suspiró y dijo: «Efatá», que significa «¡Ábranse!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 En seguida levantó los ojos al cielo, suspiró y dijo: 'Effetá', que quiere decir: 'Abrete.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 y mirando al cielo, suspiró, y le dice: ¡Effathá! (Es decir, ábrete.)

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

34 y alzando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata; que es: Sé abierto.

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Marcos 7:34
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Quitaron, pues, la losa. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: 'Padre, te doy gracias por haberme escuchado.


Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, dijo la bendición, partió los panes y se los iba dando a los discípulos, para que los sirvieran a la multitud: igualmente dio a repartir los dos peces entre todos.


Y tomando la mano de la niña, le dice: '¡Talithá qum!', que significaba: '¡Niña, yo te lo mando, levántate!'.


Y le dijo Pedro: 'Eneas, el Señor Jesús te va a curar; levántate y hazte tú mismo la cama'. Y al momento se levantó.


Jesús, al ver que ella lloraba y que también lloraban los judíos que habían venido con ella, se estremeció profundamente y se conmovió.


Y a la hora nona clamó Jesús con voz potente: ' Eloí, Eloí, lemá sabactaní '. Lo cual quiere decir: '¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado? '.


Él, suspirando en su espíritu, dice: '¿Para qué pedirá esta generación una señal? Os aseguro que a esta generación no se le dará señal alguna'.


Pedro hizo salir fuera a todos. Luego, puesto de rodillas, oró y, vuelto al cadáver, dijo: 'Tabitá, levántate'. Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.


Y después de decir esto, gritó con voz potente: '¡Lázaro, sal fuera!'.


Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compartir el peso de nuestras debilidades, sino al contrario: tentado en todo, como semejante a nosotros, pero sin pecado.


Así habló Jesús. Y levantando sus ojos al cielo, dijo: 'Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,


Jesús, nuevamente conmovido, se acercó al sepulcro, que era una cueva, con una losa puesta encima.


Cuando se acercó, al contemplar la ciudad, lloró por ella,


Y Jesús le respondió: 'Pues recobra la vista; tu fe te ha salvado'.


Y llegándose al féretro, lo tocó. Los que lo llevaban, se pararon. Entonces dijo: '¡Joven! Yo te lo mando: levántate'.


Movido a compasión, extendió la mano, lo tocó y le dice: 'Quiero; queda limpio'.


despreciado y abandonado de los hombres, varón de dolores, familiarizado con la dolencia, como aquél ante quien se tapa el rostro, despreciado, de modo que no le hicimos caso.


Sucedió que, durante este largo periodo, murió el rey de Egipto. Los israelitas seguían lamentándose de su servidumbre y clamando, y su grito de socorro, salido del fondo de su esclavitud, llegó a Dios.


Al instante se le abrieron los oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar sin ninguna dificultad.


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