Marcos 3:2 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

² y estaban espiando a Jesús a ver si lo curaba en sábado, para poder acusarlo.

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Biblia Reina Valera 1960

² Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Como era el día de descanso, los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Pero algunos estaban observando para ver si lo sanaba Jesús en día sábado. Con esto tendrían motivo para acusarlo.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Y lo observaban, por si lo sanaría° en sábado, para que lo acusaran.°

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² Y le acechaban, si en sábado le sanaría, para poder acusarle.

Marcos 3:2 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Salmos 37:32

Sade. Al acecho del justo está el impío, buscando cómo pueda darle muerte;

Lucas 14:1

Un sábado entró a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos; y éstos lo estaban acechando.

Lucas 6:7

Los escribas y los fariseos lo espiaban a ver si lo curaba en sábado, para encontrar de qué acusarlo.

Lucas 20:20

Luego ellos se pusieron a acecharlo y le enviaron espías que fingieran ser hombres virtuosos, para sorprenderlo en alguna palabra, con el fin de entregarlo al poder y autoridad del procurador.

Juan 9:16

Algunos fariseos decían: 'Este hombre no viene de parte de Dios, pues no guarda el sábado'. Pero otros replicaban: '¿Cómo puede un pecador realizar señales como éstas?'. Y había división entre ellos.

Mateo 12:10

Había un hombre que tenía una mano seca; y para poder acusar a Jesús, le preguntaron: '¿Es lícito curar en sábado?'

Daniel 6:4

Pues bien, como Daniel sobresalía entre los inspectores y los sátrapas, porque poseía un espíritu extraordinario, el rey pensó ponerlo al frente de todo el reino.

Jeremías 20:10

Yo oía el cuchicheo de la gente: ¡Terror en derredor! ¡Denunciadlo! ¡Denunciémoslo! Todos mis amigos están espiando un desliz mío: 'A ver si se deja seducir; le dominaremos y de él nos vengaremos'.

Marcos 3:3

Dice entonces al hombre que tenía la mano seca: 'Ponte aquí delante'.

Juan 8:6

Decían esto para tenderle un lazo, con el fin de tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía en el suelo con el dedo.