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Levítico 9:24 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Un fuego salió de delante de Yahveh, que devoró el holocausto y las grasas de encima del altar. Al verlo, todo el pueblo lanzó gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Un fuego ardiente salió de la presencia del Señor y consumió la ofrenda quemada y la grasa que estaba sobre el altar. Cuando los israelitas lo vieron, gritaron de alegría y se postraron rostro en tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 salió fuego de la presencia de Yavé, que consumió el holocausto y las grasas puestas sobre el altar. Todo el pueblo, al verlo, dio gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y de la presencia de YHVH salió fuego y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo y se postraron sobre sus rostros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto y las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y cayeron sobre sus rostros.

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Levítico 9:24
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces el ángel de Yahveh extendió la punta del bastón que tenía en la mano y tocó la carne y los ázimos. Brotó entonces fuego de la roca, que consumió la carne y los ázimos. Y el ángel de Yahveh desapareció de su vista.


David construyó allí un altar a Yahveh y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Invocó a Yahveh, el cual le respondió con fuego que descendió del cielo sobre el altar del holocausto.


Del director; con liras de Susa. De Asaf. Salmo.


Pero su mujer le respondió: 'Si Yahveh hubiera querido matarnos, no habría aceptado de nuestras manos el holocausto y la oblación, ni nos habría hecho ver todas estas cosas, ni nos habría hecho oír cosa semejante'.


'Ésta es la ofrenda que Aarón y sus hijos ofrecerán a Yahveh el día en que sea ungido alguno de ellos: un décimo de efá de flor de harina en oblación perpetua, la mitad por la mañana y la otra mitad por la tarde.


Se le apareció el ángel de Yahveh en una llama de fuego, en medio de una zarza. Observó Moisés que la zarza ardía, pero no se consumía.


Puesto ya el sol, hubo una densa oscuridad, y un horno humeante y una antorcha de fuego pasaron por entre las mitades de las víctimas.


Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron ante el trono y adoraron a Dios,


Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron ante el Cordero. Cada uno de ello tenía una citara y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo.


Y adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba diciendo: '¡Padre mío: si es posible, que pase de mí este cáliz! Pero no sea como yo quiero sino como quieres tú'.


Y cantaban alternativamente, alabando y ensalzando a Yahveh: 'Porque es bueno, porque es eterna su misericordia hacia Israel'. Y todo el pueblo prorrumpía a grandes voces en alabanzas a Yahveh, porque se habían echado ya los cimientos del templo de Yahveh.


Y cada vez que los seres vivientes den gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,


Yo te he construido una mansión excelsa, un lugar donde habites para siempre'.


Y Ezequías oró así en presencia de Yahveh: '¡Oh Yahveh, Dios de Israel, que moras sobre los querubines! Tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el que ha hecho el cielo y la tierra.


Cayeron ellos rostro en tierra y exclamaron: '¡Oh Dios! Dios que da vida a toda carne, ¿no es uno el que pecó? ¿Por qué has de enojarte contra toda la comunidad?'.


Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra delante de toda la comunidad de los israelitas.


Abrán cayó rostro en tierra, y Dios le habló, diciéndole:


Salió de delante de Yahveh un fuego que los abrasó, y cayeron muertos ante Yahveh.


No vio iniquidad en Jacob; ni adivinación en contra de Israel. Yahveh su Dios, está con él, y en él se oye aclamar a un rey.


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