Y a pesar de tener la misma carne que nuestros hermanos, y de que nuestros hijos valgan tanto como los de ellos, sin embargo tenemos que vender como esclavos a nuestros hijos y a nuestras hijas. ¡Incluso algunas de nuestras hijas ya son esclavas! Y nada podemos hacer nosotros, porque nuestros campos y viñas pertenecen a otros'.
y les dije: 'Nosotros hemos rescatado, en la medida de nuestras posibilidades, a nuestros hermanos judíos vendidos a los gentiles. Y ahora vosotros, ¿vais a vender a vuestros hermanos, para que nos los vendan a su vez?'. Ellos se callaron, porque no hallaron manera de excusarse.
Si un extranjero o un residente se hace rico y tu hermano se empobrece y se vende al extranjero o al residente o a un descendiente de la familia del extranjero,
También podrán rescatarlo su tío o un hijo de su tío, o un pariente próximo, familiar suyo. También podrá rescatarse por sí mismo si sus recursos se lo permiten.
Una mujer, de entre las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciéndole: 'Mi marido, tu siervo, ha muerto, y bien sabes tú que tu siervo era temeroso de Yahveh. Pero el acreedor ha venido a llevarse a mis dos hijos para esclavos suyos'.