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Lamentaciones 1:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Lámed. ¡Vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor como el dolor que me atormenta, con el que Yahveh me afligió el día de su ardiente ira!

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Biblia Reina Valera 1960

12 ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; Porque Jehová me ha angustiado en el día de su ardiente furor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 »¿No les importa nada, ustedes que pasan por aquí? Miren a su alrededor y vean si hay otro sufrimiento como el mío, que el Señor descargó sobre mí cuando estalló en ira feroz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Todos ustedes que pasan por el camino, miren y observen si hay dolor semejante al que me atormenta, con el que Yavé me ha herido en el día de su ardiente cólera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 l Vosotros, que pasáis de largo, ¿no os importa esto? Contemplad y ved si hay dolor como el mío, Como el que me ha sobrevenido, Con el que YHVH me ha afligido en el día de su ira.°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; porque Jehová me ha angustiado en el día de su ardiente furor.

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Lamentaciones 1:12
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Cumplió las palabras que había pronunciado contra nosotros y contra los jueces que nos juzgaron, y envió sobre nosotros una calamidad tan grande como no ha habido otra igual bajo el cielo, como fue la que se verificó en Jerusalén.


La ira furibunda de Yahveh no cede hasta que realice y ejecute los planes de su corazón. Al fin de los días lo comprenderéis'.


para hacer de su país un horror, una rechifla perdurable. Todo el que pasa por él se asombra y menea la cabeza.


Porque entonces será la angustia tan grande como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás.


Mem. ¿A quién puedo ponerte como ejemplo? ¿A qué te compararé, hija de Jerusalén? ¿A qué te igualaré, para consolarte, virgen, hija de Sión? ¡Grande como el mar es tu quebranto! ¿Quién podrá curarte?


Por eso estremeceré los cielos, la tierra retemblará en su sitio, por la cólera de Yahveh Sebaot en el día del ardor de su ira.


Yo soy pobre y apocado desde joven, de soportar tu enojo estoy entorpecido.


Por eso, ceñíos de saco, lamentaos y gemid, pues no se ha apartado de nosotros la ira furibunda de Yahveh.


y en lividez se convierten? Sí, grande es aquel día, no hay semejante a él; tiempo de angustia es para Jacob, pero será librado de él.


Mirad la tempestad de Yahveh: se desencadena una tormenta, se arremolina un huracán que se lanza sobre la cabeza de los malvados.


¿No fue Israel la irrisión para ti? ¿Fue acaso sorprendido entre ladrones, para que siempre que hablabas de él movieras la cabeza?


Sade. Justo es Yahveh, pues he sido rebelde a su palabra. Oíd, pueblos todos, ved mi dolor: mis doncellas y mis jóvenes han ido al cautiverio.


Día tenebroso y oscuro, día nublado y sombrío. Como la aurora, así se extiende por los montes un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo nunca desde que existen los siglos, ni lo habrá después de él hasta las generaciones más lejanas.


¡Ay de mí por mi desastre! ¡Mi llaga es incurable! Yo había pensado: 'Es sólo una enfermedad que podré soportar'.


Álef. ¡Ay, cómo oscureció en su ira el Señor a la hija de Sión! Precipitó del cielo a la tierra el esplendor de Israel; no se acordó del escabel de sus pies el día de su ira.


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