Job 4:21 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ les arrancan la estaca de su tienda, y mueren sin haber aprendido'.

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Biblia Reina Valera 1960

²¹ Su hermosura, ¿no se pierde con ellos mismos? Y mueren sin haber adquirido sabiduría.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Se les arrancan las cuerdas, se derrumba la carpa y mueren en ignorancia.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ Su tienda les ha sido desarmada y murieron sin darse de ello cuenta.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ ¿No les son arrancadas las cuerdas de sus tiendas? En ellas mueren, pero no con sabiduría.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²¹ Su excelencia, ¿no se pierde con ellos mismos? Mueren, aun sin sabiduría.

Job 4:21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Job 36:12

Pero, si no escuchan, pasan a la fosa, perecen en momento imprevisto.

Job 8:22

Serán tus enemigos cubiertos de vergüenza, y la tienda de los perversos dejará de existir'.

Santiago 1:11

Pues sale el sol, viene el viento abrasador, seca la hierba, se le cae la flor y se estropea su bello aspecto. Así se marchitará también el rico en sus empresas.

Lucas 12:20

Entonces le dijo Dios: '¡Insensato! Esta misma noche te van a reclamar tu alma; y todo lo que has preparado, ¿para quién va a ser?'.

Isaías 14:16

Los que te ven, se quedan mirando, se fijan en ti: '¿Es éste aquel que estremecía la tierra, conmovía los reinos,

Isaías 2:22

Dejaos del hombre en cuya nariz apenas hay un soplo; pues, ¿en qué puede estimársele?

Salmos 49:20

irá a unirse con sus padres que jamás verán la luz.

Salmos 49:14

Tales son los caminos de los necios y, después de ellos, del que se complace en sus sentencias. Selah

Salmos 39:11

Desvía tus azotes, pues tu mano agresiva me consume.

Salmos 39:5

Hazme, Señor, saber mi fin y cuál es la medida de mis días, para ver cuán efímera es mi suerte.

Job 18:21

Así termina la casa del injusto, tal es la suerte de quien a Dios ignora'.

Proverbios 5:23

Morirá por falta de instrucción, le perderá la enormidad de su locura.

Job 32:9

No son los muchos años los que dan sabiduría, ni la vejez la que enseña rectitud.