Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Job 31:31 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Ya decía la gente de mi tienda: ¿Quién con su carne no se habrá saciado?

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

31 Si mis siervos no decían: ¿Quién no se ha saciado de su carne?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

31 »Mis siervos nunca han dicho: “Él dejó que otros pasaran hambre”.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Decían las gentes de mi casa: ¿Hay alguien que no se haya saciado en su mesa?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

31 ¿Acaso los siervos de mi tienda no decían: ¿Quién podrá hallar a alguno que no se haya saciado con su° alimento?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Si los siervos de mi morada no decían: ¡Oh que nos diese de su carne, pues no estamos saciados!

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Job 31:31
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Conspiran contra sí mismos, acechan contra su propia vida.


Que no puedan pensar en su interior: '¡Ajá!, lo que queríamos'. Que no puedan decir: 'Lo hemos engullido'.


Al acercarse a mí los malhechores para comer mi carne, son ellos, mis opresores y enemigos, los que tropiezan y se caen.


no dabas agua al sediento, al hambriento le negabas el pan.


¿Por qué me perseguís, como Dios, sin hartaros aún de mi carne?


Dijo entonces Abisay a David: 'Dios ha entregado hoy a tu enemigo en tus manos. Ahora pues, déjame clavarlo con su lanza en el suelo de un solo golpe; no tendré que repetirlo'.


Dijo entonces David a Saúl: '¿Por qué das oídos a las habladurías de la gente que te dice: 'Mira que David busca hacerte mal'?'.


Llegó a unos apriscos de ovejas que había junto al camino. Había allí una cueva en la que entró Saúl para satisfacer una necesidad. David y los suyos estaban sentados en el fondo de la cueva.


Nunca el extranjero pasó la noche al raso; yo tenía mi puerta abierta al caminante.


Mis criadas me toman por extraño, forastero soy a sus ojos.


Para los indigentes fui padre, examiné la causa del desconocido.


¿No lloré yo con el atribulado? ¿No se compadeció mi alma del indigente?


si brindas al hambriento tu propio apetito y el hambre del oprimido sacias, emergerá en la oscuridad tu luz, y tus tinieblas serán como el mediodía.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម