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Job 10:15 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Si soy culpable, ¡pobre de mí! Y si soy justo, no levantaré la cabeza, lleno de miseria y colmado de pesares.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza, Estando hastiado de deshonra, y de verme afligido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Si soy culpable, mala suerte para mí; aun si soy inocente, no puedo mantener mi cabeza en alto porque estoy lleno de vergüenza y sufrimiento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Si soy culpable, ¡desgraciado de mí!, y si soy inocente, no me animo a levantar la cabeza; estoy saciado de vergüenza, embriagado de aflicción.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Si soy malo, ¡ay de mí! Y si soy justo, no me atrevo a levantar mi cabeza. ¡Harto estoy de la ignominia, Y de ver mi aflicción!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza. Estoy hastiado de afrenta, por tanto, mira tú mi aflicción.

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Job 10:15
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Ay del impío! Le irá mal, pues se le pagará por lo hecho con sus manos.


Aun teniendo yo razón no le replicaría: debería suplicarle como a juez.


Entonces volveréis a distinguir entre justos e impíos, entre quien sirve a Dios y quien no le sirve.


Repara en mi aflicción y mis pesares y perdona mis culpas.


bien sabes que no soy culpable y que nadie puede librarme de tu mano.


Pues igualmente vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: 'Siervos inútiles somos; hemos hecho lo que teníamos que hacer''.


Res. ¡Mira, Yahveh, cuán angustiada estoy! Me hierven las entrañas, mi corazón se retuerce en mi interior, porque he sido muy rebelde. Por fuera hace estragos la espada, por dentro es como la muerte.


Yo dije: '¡Ay de mí! ¡Estoy perdido, pues soy hombre de labios impuros que vivo en un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, a Yahveh Sebaot!'.


Res. Considera mi pena y ponme a salvo: yo no tengo tu ley en el olvido.


Yahveh se manifiesta, lleva a cabo el proceso, en las obras de sus manos cae preso el impío. Higgayon. Selah


¡Tenga mi enemigo la suerte del malvado, y mi adversario la del injusto!


Por eso, ante su rostro me aterro; cuanto más lo pienso, más me espanto.


Cuando yo lo pienso, me espanto, y mi carne se estremece de terror.


Y, si soy culpable, ¿para qué fatigarme?


Si saquea, ¿quién se lo impedirá? ¿Quién osará decirle: 'Qué haces?'.


Dijo Yahveh: 'He visto muy bien el sufrimiento de mi pueblo en Egipto y he oído las quejas que le arrancan los capataces de obras. Conozco bien sus angustias.


¡Desistid! ¡No hay en mí falsedad! ¡Desistid! ¡Mantengo mi inocencia!


acósalos así con el ciclón, infúndeles terror con tu tormenta.


Todo el día el baldón está ante mí, la vergüenza me cubre todo el rostro,


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