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Jeremías 51:45 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

45 Sal, pueblo mío, de en medio de ella y salve cada uno su vida de la ira furibunda de Yahveh.

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Biblia Reina Valera 1960

45 Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

45 »Sal, pueblo mío, huye de Babilonia. ¡Sálvense! Huyan del terrible enojo del Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

45 salgan de allí, pueblo mío! ¡Que cada uno de ustedes salve su vida ante el fuego de la cólera de Yavé!

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La Biblia Textual 3a Edicion

45 ¡Salid de en medio de ella, pueblo mío!° ¡Ponte a salvo de la ardiente ira de YHVH!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

45 Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su alma de la ira del furor de Jehová.

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Jeremías 51:45
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Oí otra voz que venía del cielo y decía: ' Salid, pueblo mío, de ella, para que no os hagáis cómplices de sus pecados ni partícipes de sus plagas.


Huid de Babilonia y salve cada uno su vida; no perezcáis por su culpa, pues es el tiempo de la venganza de Yahveh, que viene a pagarle su merecido.


¡Salid de Babel! ¡Huid de Caldea! Con voz jubilosa anunciad, proclamad esto, hacedlo llegar al confín de la tierra, decid: 'Redimió Yahveh a su siervo Jacob'.


Por eso añade: Salid de entre ellos y vivid aparte, dice el Señor. No toquéis nada impuro, y yo os acogeré.


Y con otras muchas palabras les insistía y exhortaba diciendo: 'Libraos de esta generación torcida'.


Huid de Babilonia, salid del país de los caldeos. Sed como machos cabríos al frente del rebaño.


Y habló en estos términos a la comunidad: 'Por favor, alejaos de las tiendas de esos hombres perversos y no toquéis nada que sea suyo, para que no perezcáis por todos sus pecados'.


Entonces el ángel que hablaba conmigo avanzó y otro ángel salió a su encuentro


Vosotros, escapados de la espada, marchad, no os paréis; acordaos desde lejos de Yahveh, y tened a Jerusalén en vuestra mente.


Curamos a Babel y no sanó. Dejémosla, y vayamos cada uno a su país. Pues hasta los cielos llega su juicio, y se eleva hasta las nubes.


Escuchad a los fugitivos y evadidos del país de Babel, que anuncian en Sión la venganza de Yahveh, nuestro Dios, la venganza de su templo.


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