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Jeremías 48:47 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

47 Pero también cambiaré la suerte de Moab al fin de los días' -oráculo de Yahveh-. Hasta aquí el juicio de Moab.

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Biblia Reina Valera 1960

47 Pero haré volver a los cautivos de Moab en lo postrero de los tiempos, dice Jehová. Hasta aquí es el juicio de Moab.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

47 Pero en los días venideros restableceré el bienestar de Moab. ¡Yo, el Señor, he hablado!». Aquí termina la profecía de Jeremías acerca de Moab.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

47 Pero yo cambiaré la suerte de Moab, en el futuro, dice Yavé. Hasta aquí la sentencia contra Moab.

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La Biblia Textual 3a Edicion

47 En lo postrero de los tiempos haré volver a los cautivos de Moab, dice YHVH. Hasta aquí la sentencia de Moab.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

47 Pero en los postreros días yo haré volver a los cautivos de Moab, dice Jehová. Hasta aquí es el juicio de Moab.

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Jeremías 48:47
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero después de esto cambiará la suerte de los hijos de Amón' -oráculo de Yahveh-.


Después se convertirán los hijos de Israel, buscarán a Yahveh, su Dios, y a David, su rey, y acudirán temerosos a Yahveh y a sus bienes, al fin de los tiempos.


He venido para darte a conocer lo que le sucederá a tu pueblo al final de los tiempos, porque se trata aún de una visión para aquellos días'.


pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Tu sueño y las visiones de tu mente, las que tuviste mientras estabas en el lecho, son las siguientes:


Voy a entregarlos en manos de quienes atentan contra su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia y en manos de sus servidores. Pero después de esto será habitado como en los días de antaño' -oráculo de Yahveh.


La ira furibunda de Yahveh no cede hasta que realice y ejecute los planes de su corazón. Al fin de los días lo comprenderéis'.


La ira de Yahveh no cede hasta que realice y ejecute los planes de su corazón. Al fin de los días lo comprenderéis.


Y después que los haya arrancado, volveré a tener compasión de ellos, y los restableceré a cada uno en su heredad y a cada uno en su país.


Su ganancia y su lucro serán consagrados a Yahveh, no serán almacenados ni guardados, sino que su tráfico será para los que moran ante Yahveh, para que coman a saciedad y se vistan espléndidamente.


En aquel tiempo se llevarán dones a Yahveh Sebaot de parte del pueblo esbelto y bronceado, de parte del pueblo temible ahora y siempre, nación vigorosa y dominante, cuya tierra atraviesan canales: al lugar del nombre de Yahveh Sebaot, al monte Sión.


Yo sé que vive mi Defensor y que se alzará el último sobre el polvo.


Pues sé que después de mi muerte os echaréis a perder totalmente y os desviaréis del camino que os he prescrito y que en tiempos venideros os alcanzará la desventura, por haber obrado el mal a los ojos de Yahveh y haberle irritado con las obras de vuestras manos'.


En tu angustia, cuando todas estas cosas te sobrevengan en los tiempos venideros, te volverás a Yahveh, tu Dios, y escucharás su voz.


Ahora, pues, que me voy a mi casa, ven y te anunciaré lo que este pueblo ha de hacer al tuyo en días venideros'.


Al cabo de muchos días recibirás una orden. Al final de esos años irás a un país rescatado de la espada, cuya gente, recogida de muchos pueblos, está en los montes de Israel, que habían sido una desolación permanente. Esta gente ha sido sacada de entre los pueblos, y ahora viven todos ellos tranquilos.


Así dice Yahveh: con respecto a todos mis perversos vecinos, que han tocado la heredad que di en posesión a mi pueblo Israel, mirad: los arrancaré de su país. Pero también arrancaré de en medio de ellos a la casa de Judá.


Entrará en la tierra de la Magnificencia y caerán a miriadas; pero escaparán de sus manos Edom, Moab y los principales amonitas.


Extenderá sus manos en medio de él, como las extiende el nadador al nadar. Pero Yahveh humillará su orgullo, a pesar de los gestos de sus manos.


¡Reuníos y venid! ¡Acercaos todos juntos salvados de las naciones! No entienden los que llevan su ídolo de madera y suplican a un dios que no salva.


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