Jeremías 45:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ A pesar de que has dicho: '¡Ay de mí! pues Yahveh añade pena a mi dolor; estoy agotado de tanto gemir y no encuentro reposo',

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Biblia Reina Valera 1960

³ Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora!, porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor; fatigado estoy de gemir, y no he hallado descanso.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ “Tú has dicho: ‘¡Estoy repleto de dificultades! ¿No he sufrido ya lo suficiente? ¡Y ahora el Señor ha añadido más! Estoy agotado de tanto gemir y no encuentro descanso’”.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Ya que tú has dicho: 'Pobre de mí, porque Yavé añade más penas a mis sufrimientos, estoy cansado de tanto llorar sin encontrar consuelo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Tú dijiste: ¡Ay de mí, porque YHVH ha añadido tristeza a mi dolor! ¡Estoy cansado de gemir, y no hallo descanso!

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³ Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora! porque Jehová ha añadido tristeza a mi dolor; fatigado estoy de mi gemir y no hallo descanso.

Jeremías 45:3 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Gálatas 6:9

No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.

2 Corintios 4:16

Y, por eso, no perdemos el ánimo sino todo lo contrario. Pues aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día tras día.

2 Corintios 4:1

Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.

2 Tesalonicenses 3:13

Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.

Lamentaciones 3:32

Si aflige, también se apiada, por su inmensa bondad.

Lamentaciones 1:22

Tau. Tau. ¡Llegue toda su maldad ante ti, y pórtate con ellos como te portaste conmigo, a causa de todas mis maldades! Porque son muchos mis gemidos y mi corazón desfallece.

Lamentaciones 1:13

Mem. De lo alto mandó fuego que ha penetrado en mis huesos. Tendió una red a mis pies, me obligó a retroceder. Desolada me dejó, enferma todo el día.

Jeremías 9:1

¡Quién me diera en el desierto un albergue de caminantes! Abandonaría a mi pueblo, me marcharía de su lado, pues todos son adúlteros, una banda de traidores.

Jeremías 8:18

Mi alegría es para mí pesadumbre, mi corazón dentro de mí languidece.

Proverbios 24:10

Si te muestras débil en el día aciago, escasa es tu fuerza.

Salmos 120:5

¡Ay de mí, que debo en Mésec residir, en las tiendas de Quedar hacer morada!

Salmos 69:3

que me estoy anegando en el cieno del abismo, sin poder hacer pie; que me estoy sumergiendo en las aguas profundas, envuelto en las corrientes.

Salmos 42:7

a él, mi Dios. Mi alma está abatida en mí; por eso te recuerdo desde la tierra del Jordán, desde los Hermones y el monte de Mizar.

Salmos 27:13

¡Oh, yo espero he de gustar los bienes del Señor en la tierra de los vivos!

Salmos 6:6

No se tiene de ti memoria entre los muertos, y en el seol, ¿quién puede darte gracias?

Job 23:2

Hoy también mi queja es rebelión; su mano pesa sobre mis gemidos.

Jeremías 45:2

así dice Yahveh, Dios de Israel, acerca de ti, Baruc:

Salmos 6:7

Yo me consumo en medio de gemidos, inundo de llanto mi cama cada noche y humedezco de lágrimas mi lecho: