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Jeremías 43:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, quemará o se llevará cautivos a sus dioses; y espulgará el país de Egipto como el pastor espulga su vestido. Luego saldrá de allí tranquilamente.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y pondrá fuego a los templos de los dioses de Egipto y los quemará, y a ellos los llevará cautivos; y limpiará la tierra de Egipto, como el pastor limpia su capa, y saldrá de allá en paz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Prenderá fuego a los templos de los dioses egipcios; quemará los templos y se llevará los ídolos como botín. Limpiará la tierra de Egipto como un pastor que limpia su manto de pulgas, pero él saldrá ileso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, quemará o se llevará sus dioses, despiojará a Egipto como despioja un pastor su manta, y después se irá sin que nadie lo moleste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto y los quemará, y a ellos los llevará cautivos; y así como el pastor se sacude la capa, limpiará la tierra de Egipto, y saldrá de allí en paz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Y pondré a fuego las casas de los dioses de Egipto; y las quemará, y a ellos llevará cautivos; y él se vestirá la tierra de Egipto, como el pastor se viste su capa, y saldrá de allá en paz.

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Jeremías 43:12
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Así dice el Señor Yahveh: 'Reduciré a la nada los ídolos, acabaré con los simulacros de Nof, no existirá más príncipe alguno en el país de Egipto. Sembraré el terror en el país de Egipto.


Alza en torno tus ojos y mira: todos ellos se reúnen, vienen a ti. ¡Vivo yo -oráculo de Yahveh-, que a todos ellos te los vestirás, como adorno, te ceñirás con ellos como una novia!


Oráculo contra Egipto. Mirad a Yahveh que cabalga sobre una nube ligera y llega a Egipto. Tiemblan ante él los dioses de Egipto, el corazón de Egipto desmaya en su pecho.


Por haber confiado en tus castillos y tesoros, también tú serás conquistada. Camós saldrá para el destierro, con sus sacerdotes y sus príncipes.


Yahveh Sebaot, Dios de Israel, dice: 'Mirad: voy a castigar a Amón de Tebas, al Faraón y a Egipto, a sus dioses y a sus reyes, al Faraón y a quienes confían en él.


Tú, Señor y mi Dios, eres muy grande, majestad y esplendor son tus vestidos.


Adórnate, pues, de gloria y de honor; revístete de esplendor y majestad.


Que pongan la vestidura y el caballo en manos de uno de los principales servidores del rey; que vista al hombre a quien el rey se complace en honrar y lo monte en el caballo en la plaza de la ciudad; y que vaya pregonando ante él: 'Así se debe hacer con el hombre a quien el rey se complace en honrar''.


Ellos abandonaron allí a sus ídolos y David y sus hombres se los llevaron.


Esa noche pasaré yo por el país de Egipto y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombres como de animales, y me tomaré la justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, Yahveh.


Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es vínculo de la perfección.


Revestíos, pues, como escogidos de Dios, pueblo santo y amado, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de comprensión, de paciencia,


Revestíos de la armadura de Dios, para que podáis resistir contra las asechanzas del diablo;


y os revistáis del hombre nuevo, que ha sido creado a imagen de Dios en justicia y santidad de la verdad.


La noche está muy avanzada, el día se acerca. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.


Yahveh será terrible contra ellos. Cuando anule a todos los dioses de la tierra, se postrarán ante él, cada una en su lugar, todas las islas de las naciones.


Visitaré a Bel en Babel y le sacaré de la boca lo que traga. Nunca más afluirán a él las naciones, hasta la muralla de Babilonia se desploma.


Anunciadlo en las naciones, pregonadlo, levantad una señal, publicadlo, no lo ocultéis. Decid: 'Ha sido tomada Babilonia, Bel está avergonzado, desmayó Marduc, sus estatuas están avergonzadas, sus ídolos aterrados'.


Con inmenso gozo me gozaré en Yahveh; exulta mi alma en mi Dios, pues me vistió con ropas de salvación, con manto de justicia me cubrió, como el novio se coloca la corona y como la novia se adorna con sus joyas.


Se presentarán extranjeros y apacentarán vuestras ovejas, serán gente de fuera vuestros labradores y viñadores.


Vistió como coraza la justicia, y el casco de salvación en su cabeza; por traje se vistió las ropas de venganza, se cubrió con el celo como con un manto.


¡Despierta, despierta, vístete de fuerza, Sión! Vístete tus espléndidos vestidos, Jerusalén, ciudad santa, porque no volverá a entrar en ti ni el incircunciso ni el impuro.


Bel está postrado Nebo derribado. Son sus simulacros carga para los animales, fardos para las bestias, peso para los cansados.


Mirad que ya llegan hombres a caballo, parejas de jinetes'. Respondió y dijo: 'Cayó, cayó Babilonia, todas las estatuas de sus dioses yacen por tierra en pedazos'.


Cubriré a sus enemigos de ignominia, mientras brilla sobre él la diadema'.


vestiré a sus sacerdotes de victoria, y saltarán de júbilo sus justos.


Derribados, postrados, todos juntos no pueden salvar la carga y ellos mismos van al cautiverio.


Destrozará los obeliscos del templo del sol, que está en el país de Egipto, y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto'.


Prenderé fuego a los muros de Damasco y devorará los palacios de Ben Hadad.


No pasará por él pie de hombre, ni pie de animal pasará por él; no será habitado durante cuarenta años.


Incluso sus dioses, sus estatuas fundidas, y sus vasos preciosos de plata y de oro, se los llevará como botín a Egipto. Durante algunos años cesará de oponerse al rey del norte.


Así diréis acerca de ellos: 'Los dioses que no han hecho el cielo y la tierra desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo''.


son cosa vana, obra ridícula; al tiempo de su castigo perecerán.


al Faraón, rey de Egipto, a sus servidores, a sus príncipes y a todo su pueblo;


Por eso, así dice el Señor Yahveh: 'Voy a entregar a Nabucodonosor, rey de Babilonia, el país de Egipto. Él se llevará sus riquezas, tomará sus despojos como botín, y el provecho será para su ejército.


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