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Jeremías 37:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 así dice Yahveh, Dios de Israel: de este modo hablaréis al rey de Judá, que os ha enviado a mí para consultarme: mirad: el ejército del Faraón que ha salido en vuestra ayuda se volverá a su país de Egipto;

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Biblia Reina Valera 1960

7 Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volvió a su tierra en Egipto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 «Esto dice el Señor, Dios de Israel: el rey de Judá te envió a consultarme acerca de lo que va a suceder. Dile a él: “El ejército del faraón está a punto de regresar a Egipto aunque vino aquí para ayudarte.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Así dice Yavé, Dios de Israel: Esta es la respuesta que entregarán ustedes al rey de Judá que los envió a consultarme: El ejército de Faraón que había salido de Egipto para ayudarlos, se volverá a su país,

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Así dice YHVH Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultarais: He aquí el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se ha vuelto a su tierra en Egipto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Así dice Jehová, el Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volverá a su tierra en Egipto.

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Jeremías 37:7
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ain. Todavía se consumen nuestros ojos esperando en vano el socorro. Desde nuestra atalaya oteábamos a una nación incapaz de salvarnos.


Ni con un gran ejército ni con tropa numerosa le ayudará el Faraón cuando se levanten terraplenes y se construyan baluartes para exterminar muchas vidas.


El rey Sedecías envió a Yucal, hijo de Selemías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, a decir al profeta Jeremías: 'Ruega por nosotros a Yahveh, nuestro Dios'.


'Consulta por nosotros a Yahveh, pues Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez Yahveh haga en favor nuestro alguno de sus prodigios, de tal modo que aquél se aleje de nosotros'.


Y al rey de Judá que os ha enviado a consultar a Yahveh le diréis: así habla Yahveh, Dios de Israel, acerca de las palabras que has oído:


Y ya no volverá a inspirar confianza la casa de Israel, sino que recordarán la iniquidad de haberse dirigido a él; y así sabrán que yo soy el Señor Yahveh.'


¡Qué a la ligera tomas el cambiar tu camino! También de Egipto tendrás que avergonzarte, como de Asiria quedaste avergonzada.


No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo que valga contra Yahveh.


Y ahora, ¿a qué tienes tú que ir a Egipto a beber las aguas del Nilo? y, ¿a qué tienes que ir a Asiria a beber las aguas del Río?


También de allí saldrás con las manos en la cabeza; porque Yahveh rechaza tus apoyos, y no tendrás éxito con ellos.


Palabra que le fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh, cuando el rey Sedecías le envió a Pasjur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, para decirle:


Entre tanto, el ejército del Faraón había salido de Egipto. Cuando los caldeos que sitiaban a Jerusalén oyeron la noticia, se retiraron de Jerusalén.


Entonces le fue dirigida la palabra de Yahveh al profeta Jeremías en estos términos:


Zain. Jerusalén se acuerda, en sus días de aflicción y de extravío, de todos sus tesoros, que databan de tiempo inmemorial. Cuando cayó su pueblo en manos del opresor, sin que nadie la ayudara, sus opresores la vieron e hicieron burla de su ruina.


Por eso, así dice el Señor Yahveh: 'Aquí estoy yo contra el Faraón, rey de Egipto, para romperle los brazos, el sano y el fracturado, y hacer que se le caiga la espada de la mano.


No volvió a salir de su país el rey de Egipto, porque el rey de Babilonia se había apoderado de todo lo que había pertenecido al rey de Egipto desde el torrente de Egipto hasta el río Éufrates.


a Egipto, cuyo auxilio es vano e ilusorio, por eso lo llamo así: Ráhab-la-ociosa.


En realidad, tú confías en el apoyo de una caña rota, en Egipto, que pincha y traspasa la mano de quien se apoya en ella. Así es el Faraón rey de Egipto, para todos los que confían en él.


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