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Jeremías 19:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Pues voy a frustrar el plan de Judá y de Jerusalén en este lugar, haciéndolos caer a espada ante sus enemigos y a mano de quienes atentan contra su vida y dando sus cadáveres como pasto a las aves del cielo y a las fieras de la tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y daré sus cuerpos para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 »”’Trastornaré los planes cuidadosos de Judá y Jerusalén. Dejaré que los ejércitos invasores masacren a la gente y dejaré los cadáveres como comida para los buitres y los animales salvajes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Reduciré a nada las esperanzas de Judá y Jerusalén en este lugar; los haré caer bajo la espada de sus enemigos, a manos de los que buscan su muerte; daré sus cadáveres por comida a las aves de rapiña y a las fieras salvajes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalem en este lugar, y los haré caer a espada ante sus enemigos, y en mano de quienes buscan su vida, y daré sus cadáveres como pasto a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y anularé el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar; y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y daré sus cadáveres para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra:

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Jeremías 19:7
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo me volveré contra vosotros, y seréis derrotados por vuestros enemigos; os dominarán los que os odian y huiréis sin que nadie os persiga.


morirán de enfermedades angustiosas, no serán llorados ni enterrados, sino que servirán de estiércol sobre la superficie de la tierra. Perecerán a espada y de hambre y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las fieras de la tierra'.


los entregaré en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida; y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias de la tierra.


La madre de siete hijos desfalleció, exhaló su alma; su sol se puso siendo aún de día; quedó avergonzada y consternada. Lo que de ellos queda, lo entregaré a la espada ante sus enemigos' -oráculo de Yahveh-.


Y si te dicen: '¿Adónde iremos?', les responderás: así dice Yahveh: 'Quien a la muerte, a la muerte; quien a la espada, a la espada; quien al hambre, al hambre; quien al cautiverio, al cautiverio.


El cadáver de este pueblo servirá de alimento a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, sin que nadie las espante.


Porque, si quienes heredan son los que proceden de la ley, la fe ha quedado sin contenido, y la promesa sin efecto;


Entonces, ¿anulamos la ley por la fe? ¡Ni pensarlo! Al contrario: concedemos a la ley su auténtico valor.


Mem. ¿Quién dijo algo y sucedió sin que el Señor lo disponga?


Voy a entregarlos en manos de quienes atentan contra su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia y en manos de sus servidores. Pero después de esto será habitado como en los días de antaño' -oráculo de Yahveh.


Te entregaré en mano de quienes atentan contra tu vida y en mano de aquellos a quienes temes, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia y en mano de los caldeos.


Será sepultado como lo es un asno: se le arrastrará y se le tirará fuera de las puertas de Jerusalén.


Por eso, entrega sus hijos al hambre, y vuélcalos en manos de la espada. ¡Sean sus mujeres privadas de hijos y viudas! ¡Sean sus maridos muertos por la peste! ¡Sean sus jóvenes heridos por la espada en la batalla!


y los dispersarán ante el sol y la luna y ante todo el ejército del cielo, a quienes amaron y sirvieron, tras de los cuales anduvieron, a quienes consultaron y adoraron. No serán recogidos ni enterrados; servirán de estiércol sobre la superficie de la tierra.


Urdid un plan, y se deshará; decid una palabra, y no se cumplirá, porque Dios está con nosotros.


No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo que valga contra Yahveh.


¿Cómo podéis decir: somos sabios, y la ley de Yahveh está con nosotros? Pero es cierto que en mentira la ha convertido la pluma mentirosa de los escribas.


Los sabios serán confundidos, quedarán consternados y apresados; mirad: despreciaron la palabra de Yahveh. ¿Qué clase de sabiduría es la que tienen?


Por eso, así dice Yahveh: mirad que voy a entregar esta ciudad en mano de los caldeos y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que la tomará.


Traeré sobre vosotros la espada, la espada que vengará mi alianza. Buscaréis refugio en vuestras ciudades, pero yo enviaré la peste en medio de vosotros y os entregaréis a vuestros enemigos.


Hoy te entregará Yahveh en mis manos. Yo te mataré y te cortaré la cabeza, y hoy mismo entregaré tu cadáver y los del ejército de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel.


Abandonaré el resto de mi heredad y lo entregaré en manos de sus enemigos, de modo que será despojo y botín de todos sus adversarios,


por eso, aquí estoy, seguiré haciendo maravillas y portentosos prodigios con el pueblo éste: perecerá la sabiduría de sus sabios y se eclipsará la inteligencia de sus entendidos.


Después de esto -oráculo de Yahveh-, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y a la gente que en esta ciudad haya sobrevivido a la peste, a la espada y al hambre, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida. Él los pasará a filo de espada, sin compadecerse de ellos, sin apiadarse, sin tener misericordia'.


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