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Isaías 7:2 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Cuando a la casa de David se le informó, diciéndole: 'Aram acampa con Efraín', tembló su corazón y el corazón de su pueblo como tiemblan los árboles del bosque sacudidos por el viento.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 A la corte real de Judá había llegado la siguiente noticia: «¡Aram se ha aliado con Israel en contra de nosotros!». Por eso, el corazón del rey y el de su pueblo temblaron de miedo, como tiemblan los árboles en medio de una tormenta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Cuando llevaron esta noticia al palacio de David: 'Los de Aram están acampados en el territorio de Efraím', el corazón del rey y de la gente se puso a palpitar como se estremecen los árboles del bosque movidos por el viento.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y cuando fue dado aviso al heredero de David, diciendo: Siria° se ha confederado con Efraín,° el corazón suyo, y el del pueblo, se estremecieron° como se estremecen los árboles del bosque con el viento.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del bosque a causa del viento.

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Isaías 7:2
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

no llaméis conspiración a todo lo que este pueblo llama conspiración; no temáis lo que él teme ni tembléis por lo que él tiembla.


Entonces replicó Isaías: 'Escuchad, casa de David: ¿os parece poca cosa cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios?


'Si cayeron los ladrillos, con sillares construiremos; si talaron los sicómoros, con cedros los cambiaremos'.


Huye el malvado sin que nadie le persiga, el honrado se siente seguro como un león.


Al enterarse el rey Herodes se sobresaltó, y toda Jerusalén con él.


Efraín me rodea de mentira, y de engaño la casa de Israel. Pero Judá está aún con Dios y es fiel al Santo.


Casa de David, así dice Yahveh: Juzgad cada mañana las causas y librad al oprimido de la mano del opresor, no sea que se desfogue como fuego mi furor y queme, sin que haya quien lo apague, por la maldad de vuestras obras.


Yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo'.


sus moradores, faltos de fuerzas, quedaron aterrados y confusos: fueron como hierba del campo, como el verde musgo, como jaramago en los tejados, como mies agostada antes de espigar.


Pondré sobre su hombro la llave de la casa de David: abrirá y nadie cerrará, cerrará y nadie abrirá.


Cesará la envidia de Efraín, y los opresores de Judá serán exterminados. Efraín no envidiará a Judá y Judá no oprimirá a Efraín.


Yahveh traerá sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre días como no han llegado desde el día en que Efraín se separó de Judá (es decir: al rey de Asiria)'.


Y si aún queda en él una décima parte, volverá a ser consumida. Como el terebinto y la encina, que, talados, conservan un tocón: semilla santa será su tocón'.


Del director. De David. Al Señor yo me acojo, ¿cómo osáis aún decirme: 'Vuela al monte como el ave?'.


Entonces, algunos de los jefes de los hijos de Efraín: Azarías, hijo de Juan; Berequías, hijo de Meselimot; Ezequías, hijo de Salún; y Amasá, hijo de Jadlay, se levantaron contra los que venían de la expedición


Entonces Amasías separó a las tropas que le habían venido de Efraín para que se volvieran a sus lugares. Ellos se irritaron grandemente contra Judá, y se volvieron a sus lugares muy encolerizados.


y empezó a gritar contra el altar, por mandato de Yahveh, diciendo: '¡Altar, altar! Así habla Yahveh: nacerá en la casa de David un hijo que se llamará Josías. Éste sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos, a los que queman incienso sobre ti. Sobre ti quemarán huesos humanos'.


Todos los de Israel, viendo que el rey no los escuchaba, respondieron al rey con estas palabras: '¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos heredad con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!'. Y los de Israel se fueron a sus tiendas.


Sólo una tribu quedará para él, en atención a mi siervo David, y a Jerusalén, la ciudad que elegí entre todas las tribus de Israel,


Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono quedará consolidado para siempre'.


Han tramado el mal contra ti Aram, Efraín y el hijo de Remalías diciendo:


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