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Isaías 66:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 también yo elijo sus ultrajes y traeré sobre ellos todo lo que temen, pues llamé y nadie respondió, hablé y no me escucharon; hicieron lo malo a mis ojos y lo que no me agrada eligieron'.

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Biblia Reina Valera 1960

4 también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Yo les enviaré grandes dificultades: todas las cosas que ellos temían. Pues cuando los llamé, no me respondieron. Cuando les hablé, no me escucharon. Pecaron deliberadamente ante mis propios ojos y escogieron hacer lo que saben que yo desprecio».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 así también yo me deleitaré maltratándolos y mandaré sobre ellos cosas de que se espantan. Pues yo llamé y nadie contestó, hablé y nadie se dignó escucharme. Han hecho lo que yo considero como malo y han elegido lo que no me gusta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Pues Yo también escogeré sus castigos, Y les enviaré lo que más temen; porque llamé, y nadie respondió; Hablé, y no escucharon; hicieron lo malo ante mis ojos, Y escogieron lo que no me agrada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 también yo escogeré sus desvaríos, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron; antes hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que no me agrada.

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Isaías 66:4
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

a vosotros os destino a la espada, todos os encorvaréis para el degüello, porque os llamé y no respondisteis', hablé y no escuchasteis, hicisteis lo que a mis ojos es malo, lo que no me agrada elegisteis.


Ahora, pues, ya que habéis hecho todas estas cosas -oráculo de Yahveh-; y, a pesar de haberos hablado insistentemente y sin cesar, no me habéis escuchado, y, a pesar de haberos llamado, no me habéis respondido,


Al malvado se le cumplen sus temores; los justos ven colmados sus deseos.


Porque yo llamo y vosotros no hacéis caso, extiendo la mano y nadie atiende.


Incluso hizo pasar por el fuego a su propio hijo, creyó en los presagios y los encantamientos y consultó a nigromantes y adivinos. Hizo, en fin, de muchas maneras todo lo que es malo a los ojos de Yahveh, provocando así su ira.


Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh, pues siguió las abominaciones de las naciones que Yahveh arrojó de delante de los israelitas.


Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer.


porque surgirán falsos cristos y falsos profetas que harán grandes señales y prodigios, para engañar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.


un pueblo que me ofende constantemente en mi propia cara, que sacrifican en los jardines, y queman incienso sobre los ladrillos,


¿Por qué, cuando vine, no había nadie; cuando llamé, nadie respondió? ¿Es demasiado corta mi mano para librar o no hay en mí fuerza para salvar? Mirad: con mi amenaza seco el mar, convierto los ríos en desierto; apestan sus peces por falta de agua y se mueren de sed.


Sin embargo, el pueblo no quiso escuchar las palabras de Samuel sino que le respondió: '¡A pesar de todo, queremos tener un rey!


Sus pies corren hacia el mal, se apresuran a verter sangre inocente. Sus planes son planes malvados, devastación y ruina hay en sus calzadas.


juntas sus culpas y las culpas de sus padres -dice Yahveh-, pues quemaron incienso en los montes y en los collados me ultrajaron. Mediré su merecido sobre su cabeza y les pondré su paga en su seno.


Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo a mis ojos -oráculo de Yahveh-, y han puesto sus ídolos en el templo sobre el cual se invoca mi nombre, profanándolo.


Por eso, así dice Yahveh, el Dios Sebaot, el Dios de Israel: voy a traer sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén todo el mal que les he predicho, puesto que les he hablado y no me han escuchado, los he llamado y no me han respondido'.


Teméis la espada, y la espada traeré contra vosotros -oráculo del Señor Yahveh.


Háblales, pues, y diles: 'Así dice el Señor Yahveh: a cualquier hombre de la casa de Israel que erija sus ídolos en su propio corazón y ponga la ocasión de su pecado delante de sí mismo, y luego venga al profeta, yo, Yahveh, le responderé por sí mismo a causa de la multitud de sus ídolos,


Les di, además, leyes que no eran buenas y normas según las cuales no podrían vivir.


la verdad está ausente y quien se aparta del mal es expoliado. Yahveh lo vio y pareció mal a sus ojos que ya no existiera el derecho.


Tiendo todo el día mis manos a un pueblo rebelde y terco, que va por mal camino, en pos de sus pensamientos;


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