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Isaías 65:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 juntas sus culpas y las culpas de sus padres -dice Yahveh-, pues quemaron incienso en los montes y en los collados me ultrajaron. Mediré su merecido sobre su cabeza y les pondré su paga en su seno.

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Biblia Reina Valera 1960

7 por vuestras iniquidades, dice Jehová, y por las iniquidades de vuestros padres juntamente, los cuales quemaron incienso sobre los montes, y sobre los collados me afrentaron; por tanto, yo les mediré su obra antigua en su seno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 tanto por sus propios pecados como por los de sus antepasados —dice el Señor—. También quemaron incienso en los montes y me insultaron en las colinas. ¡Les daré su merecido!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 por sus pecados y los de sus padres, dice Yavé, que quemaron incienso en los cerros y me desafiaron en las colinas. Les daré bien su merecido, sin quitarles nada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Vuestras iniquidades y las de vuestros padres, Todas juntas, dice YHVH. Porque ofrecieron incienso en los lugares altos, Y en los collados blasfemaban contra mí. Sí, echaré en su mismo seno la retribución de sus obras pasadas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 por vuestras iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntamente, dice Jehová, los cuales quemaron incienso sobre las montañas, y sobre los collados me afrentaron; por tanto, yo les mediré su obra antigua en su seno.

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Isaías 65:7
39 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sobre una montaña alta y encumbrada pusiste tu yacija; hasta allí subiste a ofrecer sacrificios.


No te postrarás ante ellas, ni las servirás; porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso que castigo en los hijos la falta de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian,


Ésta es tu suerte, la parte que te asigno -oráculo de Yahveh-, porque me has olvidado y has confiado en la mentira.


queriendo impedirnos predicar a los gentiles para que se salven. Así colman constantemente la medida de sus pecados. Pero al final, la ira descargó de improviso sobre ellos.


Yahveh, a nosotros la vergüenza en el rostro, a nuestros reyes, a nuestros príncipes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti.


no come en los montes ni alza sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, no deshonra a la mujer de su próximo ni se acerca a una mujer durante su regla,


¿No voy a castigar estas cosas? -oráculo de Yahveh-. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?


¿No voy a castigar estas cosas? -oráculo de Yahveh-. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?


Mirad que está escrito ante mí: no callaré hasta que no hayan pagado -pues he de poner la paga en su seno-


Yahveh Sebaot me reveló al oído: 'No se os perdonará este pecado hasta que muráis' -dice el Señor, Yahveh Sebaot-.


Ofreció sacrificios y quemó incienso en los lugares altos, en las colinas y bajo cualquier árbol frondoso.


Pero no desaparecieron los lugares altos, y el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos. Fue él quien restauró la puerta superior del templo de Yahveh.


Pero no desaparecieron los lugares altos, de modo que el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.


Joás hizo durante toda su vida lo que es recto a los ojos de Yahveh, conforme a la instrucción que le había dado el sacerdote Joadá.


Siguió en todo la conducta de su padre, Asá, sin apartarse de ella, haciendo lo que es recto a los ojos de Yahveh.


Y ahora, vosotros ocupáis el lugar de vuestros padres, retoño de hombres pecadores, para atizar todavía más el fuego de la cólera de Yahveh contra Israel.


Los que de vosotros sobrevivan todavía se pudrirán en el país de sus enemigos; a causa de su iniquidad y de la iniquidad de sus padres, se pudrirán.


Dad y se os dará: una buena medida apretada, remecida, rebosante, echarán en vuestro regazo. Pues con la medida con que midáis seréis medidos'.


¡Ay del impío! Le irá mal, pues se le pagará por lo hecho con sus manos.


Ahora bien, cuando Yahveh haya acabado su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, castigará el fruto del soberbio corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos altaneros.


Castigaré en el mundo el mal, en los malvados su culpa, truncaré la soberbia de los insolentes, el orgullo de los tiranos humillaré.


Pues mirad que Yahveh sale de su morada para castigar la culpa de los habitantes de la tierra. Descubrirá la tierra la mucha sangre derramada y no encubrirá más a los asesinados.


Porque como en el monte Perasín se alzará Yahveh, como en el valle de Gabaón se irritará, para hacer su acción, su extraña acción; para realizar su obra, su inaudita obra.


por eso, aquí estoy, seguiré haciendo maravillas y portentosos prodigios con el pueblo éste: perecerá la sabiduría de sus sabios y se eclipsará la inteligencia de sus entendidos.


por eso esta culpa se os volverá como grieta que se abre en la alta muralla, y la abomba, cuya rotura sobreviene de improviso, en un instante.


Su rotura será como rotura de cacharro de alfarero destrozado sin piedad; no se encontrará entre sus destrozos un cascote con que tomar fuego del fogón o sacar agua del aljibe'.


Yo denunciaré tu justicia y tus obras, que de nada te valdrán.


Según las obras así retribuye: furor a sus adversarios, represalia a sus enemigos -de las islas tomará represalia-.


también yo elijo sus ultrajes y traeré sobre ellos todo lo que temen, pues llamé y nadie respondió, hablé y no me escucharon; hicieron lo malo a mis ojos y lo que no me agrada eligieron'.


tus adulterios, tus relinchos, la ignominia de tu prostitución. Sobre las colinas, en el campo, he visto tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén, que no te purificas! ¿Hasta cuándo aún?


Pondré fin a toda su alegría, a sus fiestas, sábados y novilunios, y todas sus solemnidades.


Cuanto más los llamaba yo, más se apartaban de mí; sacrificaban a los baales y quemaban incienso a los ídolos.


No obstante, no desaparecieron los lugares altos, en los que el pueblo continuaba ofreciendo sacrificios y quemando incienso.


Más aún: llegó al extremo de erigir lugares altos en los montes de Judá. Con ello hizo que los habitantes de Jerusalén se prostituyeran y así descarrió a Judá.


Por eso quiero pagar su iniquidad y su pecado con el doble, porque han profanado mi país con los cadáveres de sus ídolos y han llenado mi heredad con sus abominaciones.


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