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Isaías 55:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Mira: testigo para los clanes lo hice, caudillo y soberano de los pueblos.

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Biblia Reina Valera 1960

4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Vean cómo lo usé a él para manifestar mi poder entre los pueblos; lo convertí en un líder entre las naciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Mira, lo había puesto como un testigo para varios pueblos, como un jefe para mandar a las naciones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 He aquí, lo he puesto por testigo a los pueblos, Por caudillo y soberano de las naciones.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 He aquí, que yo lo di por testigo a los pueblos, por líder y jefe a las naciones.

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Isaías 55:4
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y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y al que nos libró de nuestros pecados con su sangre


Advierte, pues, y entiende: desde que se dio la orden de reconstruir Jerusalén hasta el príncipe ungido habrá siete semanas, y en sesenta y dos semanas; plazas y fosos serán reconstruidos, aunque serán tiempos de angustia.


Porque convenía que aquel que es origen y fin de todo, al conducir a la gloria a la multitud de los hijos, llevara al autor de esta salvación hasta la perfección por medio del sufrimiento.


Entonces le dijo Pilato: '¿Conque tú eres rey?'. Respondió Jesús: 'Sí, soy rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz'.


Después se convertirán los hijos de Israel, buscarán a Yahveh, su Dios, y a David, su rey, y acudirán temerosos a Yahveh y a sus bienes, al fin de los tiempos.


servirán a Yahveh, su Dios, y a David, su rey, que les suscitaré.


Como polvo ante el viento, tal he de triturarlos, cual basura en la calle he de barrerlos.


'Yo he establecido a este mi rey sobre Sión, mi monte santo'.


Al ángel de la Iglesia de Laodicea escribe: 'Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios:


y llevado a la consumación, se convirtió, para los que le obedecen, en causa de salvación eterna,


Y ahora, en la presencia de Dios, que da vida a todos los seres, y de Cristo Jesús, que proclamó tan bella confesión ante Poncio Pilato, te encargo solemnemente


El que quiera servirme que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre'.


Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que ninguno de los que creen en él no perezca, sino que tenga vida eterna.


Y tú, Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor entre las grandes ciudades de Judá; porque de ti saldrá un jefe que gobernará a mi pueblo Israel'.


en medio de un fuego flameante, para hacer justicia con los que no han reconocido a Dios y no han aceptado el evangelio de nuestro Señor Jesús.


Pues bien, como la Iglesia está sometida a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo.


Vosotros me llamáis 'el Maestro' y 'el Señor', y decís bien, porque lo soy.


Mis ovejas oyen mi voz: yo las conozco y ellas me siguen.


A éste le abre el portero, y las ovejas atienden a su voz; llama a sus propias ovejas por su nombre y las saca fuera.


Se fundará un trono de gracia, y se sentará en él con lealtad, en la tienda de David, un juez y buscador del derecho, un experto en la justicia.


'Mi siervo David será su rey y todos ellos tendrán un solo pastor; procederán según mis normas y observarán mis leyes poniéndolas en práctica.


Residirán en el país que le di a mi siervo Jacob, en el cual residieron vuestros padres; en él vivirán para siempre ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos; y mi siervo David será siempre su príncipe.


Tú me libras de chusmas en motín, y me pones al frente de naciones: pueblos ignotos me rinden pleitesía.


Vosotros sois mis testigos, dice Yahveh, pues sois mi siervo a quien elegí, para que sepáis y creáis en mí y comprendáis que soy yo. Antes de mí ningún dios existió, ni después de mí lo habrá.


Yo anuncié, salvé y declaré, y no soy entre vosotros un extraño: vosotros sois mis testigos, dice Yahveh. Yo soy Dios desde siempre,


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