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Isaías 53:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Todos nosotros como ovejas errábamos, cada uno a su camino nos volvíamos. Pero Yahveh hizo que le alcanzara la iniquidad de todos nosotros.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Todos andábamos como ovejas errantes, cada cual seguía su propio camino, y Yavé descargó sobre él la culpa de todos nosotros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Cada cual se apartó por su camino, Pero YHVH cargó en Él el pecado de todos nosotros.°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.

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Isaías 53:6
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Estabais extraviados como ovejas, pero ahora os habéis vuelto al pastor y obispo de vuestras almas.


Porque también Cristo murió de una vez para siempre por los pecados, el justo por los injustos, para llevaros a Dios. Entregado a la muerte según la carne, fue vivificado según el espíritu,


Como oveja perdida estoy errante: ven en busca de tu siervo, yo de tus mandatos no me olvido.


el cual fue entregado por nuestras faltas y fue resucitado para nuestra justificación.


Abandone el impío su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelva a Yahveh, que se apiada de él, y a nuestro Dios, que perdona continuamente.


sabed que quien convierte a un pecador de su errado camino se salvará de la muerte y cubrirá muchedumbre de pecados.


Plugo a Yahveh aplastarlo con dolencias. Ofreció su vida como sacrificio expiatorio, verá descendencia, prolongará sus días; y el querer de Yahveh se logrará por su mano.


Estos perros voraces, que no conocen la hartura, son los pastores que no saben atender; todos ellos van a lo suyo, cada uno a su lucro sin excepción.


Me consumo de gritar, mi garganta está ardiendo, y mis ojos languidecen, en la espera de mi Dios.


Cuando yo diga al malvado: 'De seguro morirás', si no le avisas ni hablas, avisando al malvado de su mala conducta, para que viva, él, como malvado, morirá por su culpa, pero reclamaré su sangre de tu mano.


y, tocando mi boca, dijo: 'Mira, esto ha tocado tus labios: ha sido quitada tu culpa, está perdonado tu pecado'.


Hablad al corazón de Jerusalén y proclamadle que se ha cumplido su servicio, que se ha pagado su deuda, que ha recibido de la mano de Yahveh el doble del castigo por todos sus pecados.


Pero él era traspasado por nuestras rebeliones, aplastado por nuestras iniquidades. El castigo que nos valía la paz caía sobre él y por sus cardenales éramos sanados.


Era maltratado, y él se humillaba y no abría la boca, como cordero llevado al matadero y como oveja muda ante sus esquiladores. Él no abría la boca.


Libre de los trabajos de su alma, verá la luz, y se saciará de conocimiento. Como justo, mi siervo justificará a muchos, y sus iniquidades él mismo se las cargará.


Por eso le daré las multitudes como parte suya, y con los poderosos repartirá el botín, porque entregó su vida a la muerte y entre los delincuentes fue contado, pues llevó el pecado de muchos y por los delincuentes intercede.


Pues mis pensamientos no son los vuestros, y vuestros caminos no son mis caminos -oráculo de Yahveh-.


Ovejas perdidas, eso era mi pueblo. Sus pastores las habían descarriado haciéndolas vagar por las montañas. Del monte al collado caminaban olvidando su majada.


Hemos pecado, hemos cometido iniquidades; hemos hecho el mal; nos hemos rebelado y apartado de tus mandamientos y ordenanzas;


Tomó Abrahán la leña del holocausto y la cargó sobre Isaac su hijo; él tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos.


Por aquellos días no había rey en Israel, y cada uno hacía lo que bien le parecía.


Quien inmola un toro, también mata a un hombre; quien sacrifica una oveja, también desnuca a un perro; quien ofrece libación, también ofrece sangre de cerdo; quien presenta incienso, también alaba a un ídolo. Como ellos eligen sus propios caminos y su alma se complace en sus horrores,


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