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Isaías 52:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 ¡Qué hermosos en los montes los pies del mensajero, pregonero de la paz, mensajero de la dicha, pregonero de la salvación, que dice a Sión: 'Reina tu Dios'.

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Biblia Reina Valera 1960

7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación, las noticias de que el Dios de Israel reina!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Qué bien venidos, por los montes, los pasos del que trae buenas noticias, que anuncia la paz, que trae la felicidad, que anuncia la salvación, y que dice a Sión: '¡Ya reina tu Dios!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, Del que anuncia la paz, Del que trae la buena nueva, Del que anuncia la salvación, Del que dice a Sión: Tu Dios reina!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 ¡Cuán hermosos son sobre las montañas los pies del que trae buenas nuevas, del que publica la paz, del que trae buenas nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!

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Isaías 52:7
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Luego les dijo: 'Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda la creación.


calzados los pies pronto para el Evangelio de la paz,


Sube a un monte elevado, mensajera de Sión. Alza con fuerza tu voz, mensajera de Jerusalén. Álzala sin miedo, di a las ciudades de Judá: mirad a vuestro Dios.


Reina el Señor, vestido de majestad, el Señor está ataviado, ceñido de poder, y el orbe está seguro, inconmovible.


Y acercándose Jesús a ellos, les habló así: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.


Enrojecerá la blanquecina, palidecerá el ardoroso cuando reine Yahveh Sebaot en el monte Sión y en Jerusalén y esté ante sus ancianos la gloria.


Allí se hizo aposento tu rebaño y tú reconfortaste al pobre, en tu bondad.


Pero el ángel les dijo: 'No tengáis miedo. Porque mirad: os traigo una buena noticia que será de grande alegría para todo el pueblo.


Pero primero, el evangelio tiene que ser predicado a todos los pueblos.


Vi otro ángel que volaba por lo más alto del cielo. Tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,


Salta de gozo, hija de Sión, da gritos de júbilo, hija de Jerusalén. Mira a tu rey que viene a ti: es justo y victorioso, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de un asna.


y que en su nombre había de predicarse la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.


¡Una voz! ¡Es mi amado! Ya se acerca brincando por los montes, saltando por los collados.


Reina el Señor, los pueblos se conmueven, está sentado sobre querubines, la tierra se estremece.


Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que decían: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


Haré de las cojas un resto, y de las extraviadas una nación poderosa. Yahveh reinará sobre ellos en el monte Sión desde ahora y para siempre.


Porque Yahveh es nuestro juez, Yahveh nuestro legislador, Yahveh nuestro rey, él nos salvará.


Decid a los pueblos: '¡El Señor es el rey!'. El orbe está seguro y no vacila: él gobierna los pueblos rectamente.


Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre: tomad en herencia el reino que para vosotros está preparado desde la creación del mundo.


Las palabras de sus labios son siempre pecado, son presa del orgullo, y perjurio y traición es lo que hablan.


Reina el Señor: alégrese la tierra, regocíjense las islas numerosas.


Yo, el primero, dije a Sión: 'Mira: están aquí, y a Jerusalén envío un mensajero de dicha'.


Clame el desierto y sus ciudades, los aduares donde habita Quedar. Jubilen los habitantes de Sela, de la cumbre de los montes aclamen.


El Señor hace su anuncio de victoria, delante de los pueblos revela su justicia.


Tiene en cuenta su amor y lealtad a la casa de Israel. Los confines todos de la tierra son testigos del triunfo liberador de nuestro Dios.


Mirad en los montes las pisadas del heraldo pregonero de la paz. Festeja tus fiestas, Judá, cumple tus votos, que ya no pasará por ti Belial: ha sido aniquilado por completo.


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