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Isaías 48:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ni lo habías oído ni sabido, ni tu oído estaba abierto, porque yo sabía que siempre traicionas y que eres rebelde desde el seno materno.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Sí, te diré cosas completamente nuevas; cosas que nunca antes habías oído. Pues conozco muy bien lo traidora que eres; fuiste rebelde desde tu nacimiento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Tú nada de ellas habías escuchado o sabido, ni habían llegado con anticipación a tus oídos; porque yo sabía lo infiel que eres, que desde el seno de tu madre te llaman 'el rebelde'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Nada oíste acerca de ellas, ni las conociste, Aún no estaba abierto tu oído, Porque Yo sabía que tú actuarías deslealmente; Tanto, que desde el seno materno se te llamó rebelde.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Sí, no las habías oído, ni las habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque yo sabía que habrías de ser desleal, y desde el vientre transgresor has sido llamado.

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Isaías 48:8
33 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En vuestro corazón perpetráis alevosía y en la tierra pesáis con vuestras manos el abuso.


Judá ha hecho traición; abominaciones se han cometido en Judá y en Jerusalén: porque Judá ha profanado el santuario amado de Yahveh, y se ha casado con la hija de un dios extranjero.


Traicionaron a Yahveh, porque engendraron hijos bastardos; ahora el viento solano devorará sus campos.


¿A quiénes hablaré y exhortaré para que me escuchen? Su oído está cerrado, no pueden atender. La palabra de Yahveh es para ellos oprobio, no la quieren.


entre los cuales también nosotros todos vivíamos entonces según las tendencias de nuestra carne, realizando los deseos de la carne y de la mente, y éramos, por naturaleza, hijos de ira, exactamente como los otros...


Porque me han sido totalmente desleales la casa de Israel y la casa de Judá -oráculo de Yahveh-.


Pero igual que una mujer es infiel a su amado, así me habéis sido infieles, casa de Israel -oráculo de Yahveh-.


El Señor Yahveh me abrió el oído y yo no me opuse, no me eché atrás.


Porque sabía que eres obstinado, que un tendón de hierro es tu cuello, y tu frente de bronce,


Recordad esto y abandonad toda ilusión, tomadlo a pecho, pecadores.


Yahveh, tu mano está alzada, pero ellos no la ven. ¡Vean, avergonzados, tu celo por el pueblo; el fuego devore a tus enemigos!


Una dura visión se me ha revelado: el traidor traiciona, el devastador devasta. ¡Sube, Elam! ¡Asedia, Media! Pongo fin a todo gemido.


Pues yo reconozco mis delitos, mis pecados, me están siempre delante.


Grandes cosas has hecho tú, Señor y mi Dios: tus portentos y designios con nosotros -¡no hay a ti semejante!-, si quisiera decirlos y narrarlos, excederían toda cuenta.


Pero ellos en Adam violaron la alianza, allí me traicionaron.


Escuchadlo, pueblo necio y sin cordura, que tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen.


¡Ay de ti, devastador, que no has sido devastado, traidor a quien no han traicionado! Cuando termines tú de devastar, serás devastado; cuando acabes tú de traicionar, te habrán traicionado.


Y volcó sobre él su ardiente ira y la violencia de la guerra, que lo abrasó por todas partes, y no lo supo, le quemaba, y no le dio importancia.


Pero te vendrá una desgracia que no sabrás conjurar; te caerá una calamidad que no podrás alejar. Te vendrá de repente un desastre que no te imaginas.


Ahora han sido creadas, no hace tiempo, y antes de hoy no las habías oído, para que no digas: '¡Ya lo sabía!'.


¿a costa de quién os divertís? ¿A costa de quién abrís la boca y sacáis la lengua? ¿No sois hijos rebeldes vosotros, prole bastarda,


Extranjeros devoran su fuerza, y él no se da cuenta. Sus cabellos encanecen, y él no se da cuenta.


Entonces Yahveh dijo a Moisés: 'Mira, vas a reunirte con tus padres. Y este pueblo irá a prostituirse tras los dioses de la tierra extranjera en la que va a entrar; me abandonará y romperá la alianza que he concluido con él.


Pero ese día, yo ocultaré totalmente mi rostro, por todo el mal que ha cometido al irse tras dioses extraños'.


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