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Isaías 45:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 para que se sepa, desde el sol naciente y desde el occidente, que no hay otro fuera de mí. Yo, Yahveh, y nadie más.

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Biblia Reina Valera 1960

6 para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 para que el mundo entero, desde el oriente hasta el occidente, sepa que no hay otro Dios. Yo soy el Señor, y no hay otro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 para que todos sepan, del oriente al poniente, que nada existe fuera de mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Para que sepan del nacimiento del sol hasta su ocaso, Que no hay otro fuera de mí. ¡Yo, YHVH, y no hay otro!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay nadie fuera de mí; yo soy Jehová, y no hay otro.

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Isaías 45:6
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque desde el lugar por donde sale el sol hasta el lugar de su ocaso, mi nombre es grande entre las naciones; y en todo lugar, un sacrificio humeante, una oblación pura, se ofrece a mi nombre, porque grande es mi nombre entre las naciones -dice Yahveh Sebaot-.


Yo, Yahveh, y nadie más; fuera de mí no hay ningún dios. Te ciño sin que me conozcas,


Pero ahora, oh Yahveh, Dios nuestro, sálvanos de su mano para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, oh Yahveh, eres Dios'.


La guerra hace cesar en todos los confines, rompe arcos, quiebra lanzas y consume los carros en el fuego.


Entonces manifestaré mi grandeza, mostraré mi santidad, me daré a conocer a los ojos de muchas naciones y sabrán que yo soy Yahveh.'


Que se azoren y aterren para siempre, que se avergüencen y perezcan.


'Manifestaré mi gloria entre las naciones y todas las naciones verán la justicia que hago en ellas y ejecuto con mi mano.


Nadie hará mal, nadie hará daño en toda mi santa montaña, porque el país estará lleno del conocimiento de Yahveh, como las aguas colman el mar.


Vosotros sois mis testigos, dice Yahveh, pues sois mi siervo a quien elegí, para que sepáis y creáis en mí y comprendáis que soy yo. Antes de mí ningún dios existió, ni después de mí lo habrá.


Así dice Yahveh, Rey de Israel, su redentor, Yahveh Sebaot: 'Soy el primero y el último, y fuera de mí no hay ningún dios.


Ahora, escucha esto, voluptuosa, que te sientes tranquila en tu morada y dices en tu corazón: 'Yo, y nadie más; no me quedaré viuda, no conoceré la orfandad'.


A tus opresores daré a comer su propia carne, y como de mosto se embriagarán con su sangre, para que sepan todos los mortales que yo, Yahveh, soy tu salvador y tu redentor, el fuerte de Jacob'.


Así conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo, Yahveh, soy vuestro Dios, y no hay otro. Nunca más será mi pueblo abochornado.


Y temerán desde el occidente el nombre de Yahveh y desde el sol naciente su gloria; pues vendrá como torrente desencadenado al que impulsa el soplo de Yahveh.


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