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Isaías 44:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 No os asustéis ni os turbéis ¿No te lo declaré y anuncié desde hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay algún dios fuera de mí? No hay otra roca; yo no la conozco'.

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Biblia Reina Valera 1960

8 No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No tiemblen; no tengan miedo. ¿Acaso no proclamé mis propósitos para ustedes hace mucho tiempo? Ustedes son mis testigos: ¿hay algún otro Dios? ¡No! No hay otra Roca, ni una sola».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No se asusten ni tengan miedo: ¿no es cierto que se lo había anunciado desde hace tiempo? Ustedes ahora son mis testigos: ¿hay acaso otro Dios fuera de mí? ¡No! no existe otra Roca que yo sepa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 No temáis ni os amedrentéis: ¿No te lo he anunciado y predicho? Entonces vosotros sois mis testigos: ¿Hay Dios o Roca fuera de mí? No lo conozco.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 No temáis, ni tengáis miedo; ¿no os lo he dicho desde antiguo, y lo he declarado? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay un Dios aparte de mí? No hay otro Dios; no conozco ninguno.

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Isaías 44:8
55 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Vosotros sois mis testigos, dice Yahveh, pues sois mi siervo a quien elegí, para que sepáis y creáis en mí y comprendáis que soy yo. Antes de mí ningún dios existió, ni después de mí lo habrá.


No hay santo como Yahveh, no hay otro fuera de ti, ni hay roca como nuestro Dios.


Te ha sido concedido ver todo esto, para que sepas que Yahveh es, en verdad, Dios, y que no hay otro fuera de Él.


Tú debes saber hoy, por lo tanto, y recordarlo en tu corazón, que Yahveh es el único Dios en lo alto del cielo y aquí abajo en la tierra, y que no existe ningún otro.


Al principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.


Así conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo, Yahveh, soy vuestro Dios, y no hay otro. Nunca más será mi pueblo abochornado.


Así dice Yahveh, Rey de Israel, su redentor, Yahveh Sebaot: 'Soy el primero y el último, y fuera de mí no hay ningún dios.


Los caminos de Dios son intachables, los dichos del Señor, acrisolados: es escudo para cuantos a él se acogen.


¿Quién es Dios, sino Yahveh, quién una roca, excepto nuestro Dios,


Ved, pues, ahora que yo, yo soy, y que no hay otro dios a mi lado. Yo doy muerte y doy vida, yo hiero y yo curo, no hay quien libre de mi mano.


Recordad las cosas pasadas de antaño: que yo soy Dios y nadie más, soy Dios y nadie como yo.


Daniel contestó al rey: '¡Viva el rey eternamente!


Todo esto se realizó en el rey Nabucodonosor.


Y tomando la palabra, le dijo a Daniel: 'Verdaderamente, vuestro Dios es el Dios de los dioses, el Señor de los reyes y el revelador de los misterios, ya que tú has sido capaz de revelar este misterio'.


pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Tu sueño y las visiones de tu mente, las que tuviste mientras estabas en el lecho, son las siguientes:


¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Sí, esto se te debe; porque entre todos los sabios de las gentes y en todos sus reinos nadie hay como tú.


te lo anuncié con tiempo, antes de que sucediera te lo declaré, para que no dijeras: 'Lo hizo mi ídolo, mi estatua tallada o fundida lo ordenó'.


Así dice Yahveh, tu creador, tu formador desde el seno, que te ayuda: no temas, siervo mío Jacob, Yesurún, a quien elegí.


Yo anuncié, salvé y declaré, y no soy entre vosotros un extraño: vosotros sois mis testigos, dice Yahveh. Yo soy Dios desde siempre,


Las cosas pasadas, mirad: se cumplieron. Las cosas futuras yo las anuncio; antes que despunten os las declaro.


Vosotros cantaréis como en noche de fiesta sagrada; será la alegría de vuestro corazón como la de quien va con la flauta entrando por el monte de Yahveh a la Roca de Israel.


Me daba reparo solicitar del rey soldados de a pie y de a caballo como escolta, puesto que habíamos dicho al rey: 'La mano de nuestro Dios está a favor de todos los que le buscan, y su poder y su cólera contra los que le abandonan'.


'Así habla Ciro, rey de Persia: Yahveh, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá.


No es su roca como nuestra Roca; y así lo testifican nuestros enemigos.


Él es la Roca; sus obras son perfectas, y justos todos sus caminos. Es Dios de lealtad y no de iniquidad; es justo y recto.


Pero su padre se negó a ello, diciendo: 'Lo sé, hijo mío, lo sé; también él llegará a ser un pueblo, y también él será grande; con todo, su hermano pequeño será más grande que él, y su descendencia llegará a ser una muchedumbre de pueblos'.


Le dijo: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí haré yo de ti un gran pueblo.


pues la vida se ha manifestado, nosotros la hemos visto y testificamos y os anunciamos la vida eterna que estaba en el Padre y se nos manifestó-:


Así, pues, también nosotros, rodeados de tan gran nube de testigos, arrojemos todo lastre y el pecado que nos acosa y corramos con constancia la carrera que se nos presenta,


diciendo a gritos: '¿Qué hacéis, hombres? También nosotros somos hombres, sujetos a las mismas miserias que vosotros, y os traemos la buena noticia de que debéis convertiros de estas vanidades al Dios vivo que hizo el cielo y la tierra y el mar y todo cuanto hay en ellos.


sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y seréis testigos míos en Jerusalén y en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra'.


Contestó Jesús: 'Haced que todos se sienten en el suelo'. Había en aquel sitio mucha hierba. Se sentaron, pues, los hombres, cuyo número era de unos cinco mil.


Tú eres grande y hacedor de maravillas, tan sólo tú, oh Dios.


Porque olvidaste al Dios de tu salvación, no recordaste la roca de tu refugio. Por eso plantas plantaciones placenteras, amugronas mugrones extranjeros:


Confiad en Yahveh por siempre jamás, pues en Yah -en Yahveh- está la roca eterna,


Anunciad lo que ha de venir después, para que sepamos que sois dioses. ¡Ea!, haced algo bueno o malo, para que nos asustemos y todos temamos.


Yo, yo soy Yahveh. Fuera de mí no hay salvador.


No hablé en lo escondido, ni en lugar tenebroso de la tierra. No dije a la estirpe de Jacob: 'Buscadme en el caos'. Yo soy Yahveh, que digo verdad y declaro lo que es justo.


Anuncié, con tiempo, las cosas pasadas de mi boca salieron y las declaré, de repente actué y acontecieron.


¿Quién es Dios, sino Yahveh, quién una roca, excepto nuestro Dios,


¡Que todas las naciones se reúnan a la vez y que los pueblos se congreguen! ¿Quién de entre ellos anunciará esto, y las cosas pasadas nos declarará? Traigan sus testigos y se justifiquen, que se les oiga y se diga: '¡Es verdad!'.


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