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Isaías 35:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Fortaleced las manos débiles, las rodillas vacilantes afirmad.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Con esta noticia, fortalezcan a los que tienen cansadas las manos, y animen a los que tienen débiles las rodillas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Robustezcan las manos débiles y afirmen las rodillas que se doblan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Fortaleced las manos cansadas, Afirmad las rodillas endebles,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Fortaleced las manos cansadas, corroborad las rodillas endebles.

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Isaías 35:3
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por lo tanto, fortaleced las manos débiles, afirmad las rodillas vacilantes


pero yo he rogado por ti, a fin de que tu fe no desfallezca. Y luego tú, cuando te hayas vuelto, confirma a tus hermanos'.


Al cabo de algún tiempo emprendió un nuevo viaje y recorrió, una tras otra, las regiones de Galacia y Frigia, para fortalecer a todos los discípulos.


Entonces se le apareció un ángel venido del cielo que lo confortaba.


os animaría con frases de mi boca y no cesaría de mover los labios.


y escucha lo que hablan; pues se fortalecerán tus manos para luego atacar al campamento'. Descendió, pues, con Purá, su siervo, hasta el extremo de las avanzadillas que había en el campamento.


Como a Moisés se le cansaban las manos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo; él se sentó encima de ella, y Aarón y Jur le sostenían las manos, uno a un lado y otro al otro. De esta manera las manos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol.


Y todos sus vecinos les prestaron toda clase de ayuda: objetos de plata y de oro, bienes y ganados y cosas preciosas, aparte de todos los donativos voluntarios.


Aquel que tenía apariencia humana me tocó de nuevo, me infundió vigor


Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión! ¡No desfallezcan tus manos!


Y le dijo: 'No temas; que la mano de Saúl, mi padre, no te ha de sorprender. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Incluso mi padre Saúl se da cuenta de esto'.


'Así dice Yahveh Sebaot: cobrad ánimo, vosotros que en estos días oís las palabras pronunciadas por los profetas, desde el día en que se pusieron los cimientos de la casa de Yahveh Sebaot para la reconstrucción del templo'.


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